Panamá goza de los frutos del patrono de la juventud y de la educación
“En Panamá gozamos desde hace más de 100 años los frutos de ese sí total dado a Dios por Don Bosco, idealizados en obras y proyectos que han hecho mucho bien a nuestra sociedad” manifestó el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, al celebrar la eucaristía en el día de su festividad.
Este gigante de la fe, patrono de la juventud y de la educación técnica, cuya vida y obra nos da a la sociedad y a la Iglesia, es un modelo a seguir porque actualmente en nuestra sociedad encontramos las mismas necesidades de los jóvenes que encontró Don Bosco, “por eso nos toca a cada uno, imitemos el carisma de este santo para seguir respondiendo a tanta juventud y niñez necesitada”, advirtió a los cientos de devotos que se concentraron en la Basílica Menor que lleva su nombre.
Los medios de comunicación social y a la sociedad en general deben preguntarse, ¿qué hago yo por esa juventud que está alejada? ¿nos quedamos solo con una mera condena o somos capaces como el Buen Pastor de irlas a buscar, consolarles? ¿qué importancia le damos hoy a la oración en familia? ¿están siendo nuestros hogares escuelas de valores y principios? ¿cómo padres de familia asumimos la responsabilidad de transmitir la fe a nuestros hijos? Y recalcó que “Dios nos llama por nuestro nombre a una misión concreta y por más excusa que pongamos su voluntad siempre se cumple”.
Después de dos años de pandemia, los devotos de San Juan Bosco se derbordaron en su participación en la Novena y el 31 de enero, cuando la imagen nuevamente salió a recorrer las calles circundantes de la Basílica Menor.
