“Nuestra eterna gratitud a la mujer”
En este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, queremos manifestar nuestra gratitud por el ser que aporta tanto a nuestras familias, a la sociedad en sus distintos roles.
No podemos describir lo que significa el genio femenino para nuestra Iglesia y el mundo. Nuestra salvación nos vino de María, Madre de Nuestro Señor Jesucristo. Nuestra historia está llena del heroísmo de la mujer por mantener viva la fe en los pueblos. Basta recordar cómo han sido asesinadas por un grupo de hombres armados cuatro religiosas Misioneras de la Caridad junto a sus colaboradores, en la residencia de ancianos que ellas atendían en la ciudad Yemení de Adé. El Papa Francisco las llamó las “mártires de la indiferencia” que se vive en la actualidad.
Es así que un número significativo de mujeres son víctimas de la violencia, de toda clase, y es imperativo que no seamos indiferentes, que busquemos juntos caminos que garanticen su dignidad, su seguridad, sus derechos.
Le debemos mucho a las mujeres, merecen nuestra eterna gratitud por ser garantes de la vida humana, por el regalo de su genio femenino, por su ternura, su sabiduría y solidaridad. Ellas como madres, esposas, hijas, hermanas, consagradas, laicas comprometidas, trabajadoras, comunicadoras… como mujeres enriquecen nuestro mundo.
Seguiremos pidiendo la intercesión de Santa María la Antigua, para que el Señor bendiga a quienes son sus ángeles en la tierra, por todos los dones y carismas que les otorga a las mujeres y por todos los frutos de “santidad femenina” en nuestro Istmo panameño.
Les bendice,
José Domingo Ulloa Mendieta
Arzobispo de Panamá
