Mons. Ulloa: “Hablar de la JMJ es hablar de juventud y de esperanza”
PANAMÁ. 27 DE ENERO DE 2021. “Hoy es un día muy especial, no solo para la Iglesia universal sino para los panameños, agradezco a Dios que me ha permitido celebrar esta Eucaristía aún en medio de la pandemia, en acción de gracias por el segundo aniversario de la JMJ en Panamá” expresó el Arzobispo de Panamá, en su homilía realizada en la Capilla del Arzobispado.
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, nos unimos en acción de gracia en esa misma hora de hace dos años, en que el Papa Francisco celebró esa Misa de clausura donde participaron jóvenes de 154 países, y que estábamos vibrando por la presencia del Papa entre nosotros, agradecemos a Dios y al pueblo panameño.
Se que la JMJ en Panamá ha marcado un antes y un después en nuestros país especialmente en el trabajo pastoral en nuestra Iglesia; ha nacido un nuevo horizonte de esperanza y esto es lo que nos tiene que fortalecer hoy en medio de esta pandemia, señaló.
Según Monseñor Ulloa Mendieta, las estadísticas más de 40 millones de jóvenes en el mundo siguieron la JMJ de Panamá, de manera virtual, quienes descubrieron que había un país pequeñito y que se convirtió en el centro de la juventud del mundo.
Hablar de la JMJ es hablar de juventud y de esperanza, porque solo los cambios del mundo y en la Iglesia vendrá de las manos de los jóvenes cronológicos y de los adultos con actitud de joven que tienen la capacidad de soñar y de hacer realidad estos sueños, recalcó Monseñor Ulloa.
El Arzobispo metropolitano exhorta a los jóvenes dar gracias a Dios, porque fuimos la primera jornada donde María fue el centro y la estrella de la evangelización, donde el Papa Francisco la propuso como modelo de valentía y de coraje.
Podemos decir gracias Papa Francisco por confiar y darnos la oportunidad de hacer una jornada para la juventud de las periferias existenciales y geográficas, dijo.
Agradezco a todos los panameños ‘un pueblo noble’ como lo definió el Papa Francisco, que fue capas de decirle si al sueño de Dio; que abrió su corazón y la puerta de sus hogares para compartir su solidaridad y fraternidad con los miles de peregrinos que estuvieron en este pequeño Istmo, manifestó Monseñor Ulloa.
