La Madre Teresa y Juan Pablo II

La Madre Teresa y Juan Pablo II

«Misionera de la Caridad», «Misionera de la Paz, «Misionera de la Vida», dijo con profunda emoción Juan Pablo II hablando de la Madre Teresa de Calcuta, al día siguiente de haberla beatificado (20 de octubre de 2003).

Al recibir a los numerosísimos peregrinos de tantas partes del mundo que habían participado en la Beatificación, con su saludo, el Papa Karol Wojtyła se unió a la Acción de gracias a Dios, destacando la «gran estima y sincero afecto» que le había unido a la Madre Teresa.

«Ante todo, misionera: no cabe duda de que la nueva beata fue una de las más grandes misioneras del siglo XX, aseguró el Santo Papa polaco, subrayando que «de esta mujer sencilla, proveniente de una de las zonas más pobres de Europa, el Señor hizo un instrumento elegido (cf. Hch 9, 15) para anunciar el Evangelio a todo el mundo, no con la predicación sino con gestos diarios de amor a los más pobres. Misionera con el lenguaje más universal: el de la caridad sin límites ni exclusiones, sin preferencias, salvo por los más abandonados».

Con Jesucristo, «Buen Samaritano de la humanidad», Dios que es caridad, a través de los santos de la caridad, – y la Madre Teresa resplandece entre ellos de forma especial – sigue inclinándose «sobre el hombre herido en el cuerpo y en el espíritu». Juan Pablo II recordó también que «toda la existencia de la Madre Teresa fue un himno a la vida»… «habló siempre claramente en defensa de la vida humana, incluso cuando su mensaje no resultaba grato».

«Sus encuentros diarios con la muerte, con la lepra, con el sida y con todo tipo de sufrimiento humano la hicieron testigo convincente del evangelio de la vida». «Renovaba ese “sí” cada mañana, en unión con María, al pie de la cruz de Cristo»:

«El mensaje de la Madre Teresa, hoy más que nunca, se presenta como una invitación dirigida a todos. Toda su existencia nos recuerda que ser cristianos significa ser testigos de la caridad. Ésta es la consigna de la nueva beata. Haciéndome eco de sus palabras, exhorto a cada uno a seguir con generosidad y valentía los pasos de esta auténtica discípula de Cristo. Por la senda de la caridad la madre Teresa camina a vuestro lado».

(CdM – RV)

Comparte

La Arquidiócesis de Panamá creada el 9 de septiembre de 1513 es la Iglesia más antigua en tierra firme y madre de las Iglesias particulares existentes hasta ahora en la república de Panamá.