Indulgencia plenaria en el Año Jubilar por los 400 años de muerte de San Francisco de Sales
El Arzobispo Metropolitano, José Domingo Ulloa Mendieta, dio inicio al año Jubilar por los 400 años de la muerte de San Francisco de Sales, con una Eucaristía en la Capilla del Convento de la Visitación de Santa María en Las Cumbres, el pasado 17 de febrero.
Durante la celebración se hizo lectura al Decreto de la Penitenciaría Apostólica para aprovechar todas las gracias de las indulgencias plenarias, que se ofrecen durante durante este año Jubilar, no solo a la comunidad religiosa de la Visitación sino también a todos los fieles.
Monseñor Ulloa explicó que “el inicio del año Jubilar ha de representar para todos nosotros un año de salvación, de profundos frutos espirituales tanto para toda la comunidad como para la Iglesia universal, durante las celebraciones que se realicen en honor a San Francisco de Sales, desde el día 24 de enero hasta el 28 de diciembre de 2022”.
También monseñor Ulloa Mendieta, reiteró que este año Jubilar nos ofrece la oportunidad para profundizar en la vida de San Francisco de Sales y en la misión que hacen las Consagradas Contemplativas de la Visitación, cuyo estilo de vida son como las raíces del árbol que permanecen ocultas, pero por medio de su oración tratan que la sabia llegue a toda la Iglesia universal.
Se concede la Indulgencia Plenaria con las condiciones habituales: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Santo Padre con ocasión de las solemnes celebraciones que se hagan en honor de san Francisco de Sales.
También “podrán aplicar, a modo de sufragio, a las almas de los fieles difuntos que estén en el Purgatorio, a los fieles cristianos verdaderamente arrepentidos y movidos por la caridad que acudan en forma de peregrinación y participen de las celebraciones que se tengan en la capilla del antedicho Monasterio o en cualquier templo de la Orden de la Visitación de Santa María Virgen, y allí asistan devotamente a los ritos jubilares, o, por lo menos, durante un tiempo conveniente, se dediquen a la oración ante la imagen, expuesta a la pública veneración, del santo patrón Francisco, concluyendo con el Padre Nuestro, el rezo del Credo y con oraciones a la Santísima Virgen María y a san Francisco de Sales”, indica el decreto de la Penitenciaría Apostólica.
Del mismo modo, el decreto indica que “los ancianos, enfermos y todos los que estén impedidos para salir de su casa por una causa grave, podrán igualmente conseguir la Indulgencia Plenaria, si rechazando todo pecado, y con intención de cumplir, tan pronto les sea posible, las tres condiciones habituales, se unieran espiritualmente a las celebraciones jubilares ante cualquier imagen de San Francisco de Sales, ofreciendo a Dios misericordioso sus oraciones y dolores, o las incomodidades propias de la vida”.
