¡Feliz día Queridos hermanos sacerdotes! | Arzobispo de Panamá
En este día especial, en que la Iglesia celebra con gratitud y alegría el don de su ministerio, me dirijo a cada uno de ustedes con el corazón lleno de afecto y reconocimiento.
Gracias por su entrega generosa, por su fidelidad silenciosa y por ser, día tras día, reflejo del amor de Cristo Buen Pastor. Su vocación, vivida con humildad y pasión, es un signo visible del Reino de Dios en medio de nuestro pueblo.
En la Misa Crismal, al renovar nuestras promesas sacerdotales, recordamos que hemos sido llamados a entregar nuestra vida por amor a Cristo y a su Iglesia: “Hemos recibido un don para decirle al Señor: aquí tienes mi vida, dispón de ella como quieras, sin guardarme nada”.
Les animo a cuidar su vocación con esmero, a estar atentos a los signos de los tiempos y a servir con alegría y esperanza. Que el Espíritu Santo los fortalezca en su misión y que la Virgen María, Madre de los sacerdotes, los acompañe siempre.
Con gratitud y bendición,
† Mons. José Domingo Ulloa Mendieta OSA
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