Con una misa inculturada afropanameña celebrán la vida de Mons. Uriah Ashley.
PANAMÁ. 1 DE DICIEMBRE DE 2020. Con una misa inculturada con elementos afropanameños, el Arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, realizó el responsorio con las cenizas de Mons. Uriah Ashley, en la Catedral Basílica Santa María la Antigua, luego de la ceremonia las cenizas fueron entregadas a los sacerdotes de la Diócesis de Penonomé.
Ceremonia en la que estuvo presente monseñor José Luis Cardenal Lacunza Maestrojuán, O.A.R., Monseñor Rafael Valdivieso Miranda, presidente de la Conferencia Episcopal Panameña y Obispo de Chitré, Monseñor Manuel Ochogavía Barahona, secretario General de la C.E.P., Monseñor Audilio Aguilar Aguilar, obispo de Santiago, Monseñor Edgardo Cedeño, Obispo de Penonomé, Monseñor Pedro Hernández C. obispo del Vicariato Apostólico de Darién y el clero de la Arquidiócesis.
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, expresó celebrar el misterio pascual de Jesucristo que se cumple en nuestro hermano Obispo Uriah Ashley Obispo cuyas cenizas acompañamos con veneración y respeto.
Destacó, que Monseñor Uriah, por medio del sacramento del orden fue hecho signo e instrumento de Cristo, cabeza y Pastor de la Iglesia Católica, desde entonces sus manos, sus labios y su corazón han estado consagrado al ministerio episcopal, primero en la Diócesis de Penonomé y luego en está Arquidiócesis.
Despedimos a un hombre bueno, ha un hombre santo porque ser santo es hacer de las cosas sencillas y siempre extraordinarias, dijo.
“Nos quedan, sus enseñanzas, sus homilías llenas de la fuerza del Espíritu Santo, expresadas con esa voz que resonaba con tanta vitalidad, todos hemos sido testigo de su dedicación a esta Iglesia y a esta tierra”, reafirmó Mons. Ulloa.
La vida y el Ministerio Sacerdotal de Monseñor Uriah, es un ejemplo y una lección para los nuevos sacerdotes, siempre esuvo dispuesto y fue obediente en acudir a las diversas misiones que la Iglesia le encomendó, recalcó el Arzobispo de Panamá.
Monseñor Uriah Ashley, nació en Almirante, Provincia de Bocas del Toro, el 1 de febrero de 1944. Fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1979 y su consagración episcopal la realizó San Juan Pablo II, en Roma, el 6 de enero de 1994. La diócesis de Penonomé que fue su hogar por muchos años.
