Cardenal Rosas en la beatificación: “Nuestros mártires pueden ayudarnos a recuperar la memoria, la esperanza y la paz”
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta y Mons. Pedro Hernández Cantarero, participaron en El Salvador de la emotiva ceremonia de beatificación de los mártires el sacerdote jesuita Rutilio Grande García y el sacerdote franciscano Cosme Spessotto y los laicos Manuel Solórzano y Nelson Lemus; celebración que fue presidida por el Cardenal Gregorio Rosa Chávez, Obispo auxiliar de San Salvador en representación del Papa Francisco; donde se congregaron unas seis mil personas en la Plaza Divino Salvador del Mundo, en la capital, bajo medidas de bioseguridad.
Ceremonia de beatificación a la que asistieron Obispos y sacerdotes de todas las jurisdicciones y de Centroamérica, en representación de la directiva del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), asistió Monseñor Jorge Eduardo Lozano, Secretario General y Arzobispo de San Juan de Cuyo (Argentina) quienes visitaron El Paisnal, la Iglesia y las tres cruces para orar ante las reliquias de los mártires.
El Cardenal Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de San Salvador, en su homilía apuntó “en América Latina el martirio está relacionado con la vivencia del Evangelio y de la doctrina de la Iglesia sobre todo después del Concilio Vaticano II y de la Asamblea General del Episcopado de nuestro continente en Medellín”.
“Nuestros mártires pueden ayudarnos a recuperar la memoria y la esperanza para que no renunciemos al sueño de un país reconciliado y en paz, un país como lo quiere nuestro Dios; justo, fraterno y solidario”, Para ello hace falta recuperar “el espíritu de los Acuerdos de Paz” y la “hoja de ruta” que allí se trazó, recalcó.
Asimismo el Purpurado indicó “¿Quiénes estamos aquí? Somos una representación de todo el pueblo salvadoreño y hemos venido de todos los rincones de la geografía cuscatleca”.
“En la figura de los laicos: Manuel Solórzano y del joven Nelson Rutilio, tenemos con nosotros a los representantes esa inmensa multitud que nadie podía contar, es decir, los innumerables mártires anónimos”, reiterando “ese número simbólico de los 75 mil muertos que hemos llorado a lo largo de la lucha fratricida que nos desgarró durante doce años y que terminó felizmente cuando las partes enfrentadas firmaron los Acuerdos de Paz”, recordó Mons. Rosa Chávez.
Somos una Iglesia martirial, pero estamos bastante pasivos: no tenemos plena conciencia del tesoro que llevamos en vasijas de barro, expresó el representante del Papa Francisco, pidiendo al Señor “nos despierte y nos ponga en camino. La memoria nos llevará a la fidelidad, es decir, al camino de la santidad. Pero memoria y fidelidad solo son posibles con la oración”.
Quizás te interese
Arzobispo de Panamá destaca la conexión histórica entre Sevilla y Panamá en el Congreso de Hermandades
diciembre 12, 2024
Primer sorteo de Rifa de la Campaña Arquidiocesana
diciembre 12, 2024