Catequistas son llamados a romper esquemas tradicionales de formación

La catequesis no es una escuela. Como catequistas, están llamados a ser testigos visibles y tangibles de la persona de Jesucristo, y para ello, deben comenzar por romper los esquemas tradicionales de formación con los catequizandos de Primera Comunión, Confirmación y Matrimonio. “Dejen los miedos y hagan que la catequesis sea una experiencia viva de la fe, a través de espacios más dinámicos cordes a sus edades”, fue el llamado del arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta, al presidir la Misa de acción de gracias por el Día del Catequista.

 

Este año, casi 600 catequistas de la Arquidiócesis, congregados en el gimnasio de la Universidad Católica Santa María la Antigua, reflexionaron a la luz del Evangelio y participaron en karaokes, coreografías y otras dinámicas.

 

“Sin los catequistas, la misión de la Iglesia es imposible”, expresó monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, subrayando la urgente necesidad de que más personas se preparen para brindar catequesis a niños, jóvenes y adultos con discapacidad.

 

Otro aspecto relevante, fue su exhortación a los responsables de la Pastoral de Catequesis de la Arquidiócesis y a las comisiones de catequesis de las zonas pastorales. Para que el año 2025, pidió que los encuentros y retiros de formación de los catequistas se realicen en cada zona pastoral.

 

“Los catequistas no son maestros, sino testigos de la fe. No duden nunca en pedir al Espíritu Santo que los guíe en su misión, y no teman romper las malas formas de impartir catequesis”, fue la invitación del arzobispo Ulloa.

 

También solicitó a los catequistas de Confirmación elaborar o establecer una ruta para el inicio y clausura de las formaciones de los catequizandos. Sugirió, que entre los meses de enero y marzo se realicen encuentros con los catequizandos, y que de abril a agosto los jóvenes reciban el Sacramento de la Confirmación. “Rompan ese molde de celebrar este sacramento entre octubre y diciembre, porque la Confirmación no es un acto de graduación, sino un tiempo de Pascua”, enfatizó.