Primer Encuentro Nacional de Pastoral Vocacional en Panamá
Teniendo como centro “la cultura vocacional”, la Iglesia Católica en Panamá realizó el Primer Encuentro Nacional de Pastoral Vocacional, en el que unos 40 agentes de pastoral se reunieron del 26 al 28 de febrero en el seminario mayor San José, con el propósito de examinar la realidad actual de la juventud y determinar de qué modo la cultura vocacional debe entrar en diálogo con ella.
El Secretario Ejecutivo del Consejo de Vocaciones y Ministerios de la Conferencia Episcopal Panameña, P. Raúl De León, destacó que aunque apenas se están colocando los cimientos de la pastoral vocacional, es un gran logro la incorporación de todas las diócesis en la Comisión Nacional, lo que permitirá un trabajo coordinado y considerando las realidades de cada región.
En el encuentro se hizo presente Monseñor Rafael Valdivieso Miranda, Obispo de la Diócesis de Chitré y responsable de la región de Centro América y México del Departamento de Vocaciones y Ministerios del CELAM, quien manifestó su gozo porque ya se va haciendo realidad este sueño de constituir un equipo nacional y de que se impulse una cultura vocacional.
Sobre la cultura vocacional, el P. Alexis Rodríguez, experto en la temática y quien fungió como secretario ejecutivo del Departamento de Vocaciones y Ministerios del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), se refirió a documentos relevantes que sostienen la importancia y el camino a seguir para desarrollar una pastoral vocacional. Hizo alusión al mensaje del Papa Juan Pablo II para la XXX Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, de 1993, donde realizó un llamado urgente “de promover las ‘actitudes vocacionales de fondo’, que originan una auténtica ‘cultura vocacional’. Esas actitudes son: la formación de las conciencias, la sensibilidad ante los valores espirituales y morales, la promoción y defensa de los ideales de la fraternidad humana, del carácter sagrado de la vida humana, de la solidaridad social y del orden civil”.
El P. Alexis Rodríguez advirtió que la propuesta vocacional no es solo para el sacerdocio o la vida consagrada, sino para ayudar a toda persona a descubrir cuál es su proyecto de vida, sea para el matrimonio o la vida de soltero, que le permita lograr la plena felicidad, teniendo a Jesucristo como centro de su vida.
