Mensaje del Arzobispo de Panamá en el día internacional de la Eliminación de la violencia contra la Mujer 2017

Querido pueblo panameño:

En este día tenemos una nueva oportunidad para reflexionar y actuar frente a la urgente necesidad de eliminar de nuestra sociedad la violencia contra la mujer, que cada vez se incrementa en el corazón de la familia y de los hogares, a pesar de las muchas leyes que buscan su  prevención y protección.

La violencia de cualquier índole –psicológica, verbal o física- contra la mujer, además de ser una violación a los derechos humanos, es un acto de cobardía que  demanda ser repudiado por toda la sociedad, que no puede callar ante estos hechos abominables, porque es convertirse en cómplice del victimario.

En este momento de nuestra historia debemos pensar en acciones concretas que ayuden a la prevención; en crear refugios para las niñas y mujeres;  en  aunar esfuerzos para denunciar y seguir los pasos para una efectiva protección, a fin de no tener que lamentar más muertes.

Para la Iglesia Católica no existe ninguna justificación para violentar a ninguna persona, porque son seres humanos y están hechos a imagen y semejanza de Dios. La vida humana es el fundamento de todos los bienes, la fuente y condición necesaria de toda actividad humana y de toda convivencia social. Por su carácter sagrado nadie puede disponer de ella a su capricho.
Recordemos que hombre y mujer tienen la misma dignidad y, en consecuencia, deben recibir el mismo respeto y oportunidades para su desarrollo espiritual, social, político y económico.

Unámonos en el compromiso de eliminar este flagelo que resquebraja la célula fundamental de la sociedad que es la familia, para que erradicar totalmente la violencia contra la mujer sea una realidad palpable en la sociedad panameña.

Que Santa María la Antigua, Madre y Protectora, nos acompañe en esta misión.

†  JOSÉ DOMINGO ULLOA MENDIETA, O.S.A.
ARZOBISPO METROPOLITANO DE PANAMÁ