Masiva participación y júbilo en clausura del Año Santo de la Esperanza en la Arquidiócesis de Panamá

Con un ambiente de profundo júbilo y fe, el Pueblo de Dios, junto al arzobispo de Panamá y sus ministros consagrados, se congregó este sábado 27 de diciembre en la Catedral Basílica Santa María la Antigua para clausurar solemnemente el Año Santo Jubilar de la Esperanza 2025, tiempo de gracia que marcó la vida espiritual y pastoral de la Iglesia arquidiocesana.
Desde tempranas horas, fieles de parroquias, movimientos y grupos eclesiales abarrotaron los alrededores del templo, participando del sacramento de la Reconciliación y preparándose espiritualmente para este momento culminante del Jubileo.
La jornada incluyó la peregrinación jubilar de clausura, que partió desde el histórico Convento de Santo Domingo de Guzmán hasta la Catedral Basílica, donde se celebró la Santa Eucaristía, presidida por el arzobispo monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, en un clima de comunión y oración.
Durante su homilía, el arzobispo Ulloa subrayó que el Jubileo no es un punto final, sino un nuevo envío misionero, recordando que “la gracia recibida se hace anuncio y la esperanza se hace compromiso”. Exhortó a continuar caminando juntos como peregrinos y testigos de esperanza, en una Iglesia cercana, samaritana, reconciliadora y de puertas abiertas.
En este contexto, monseñor Ulloa vinculó el Jubileo con la realidad actual de Panamá, señalando que la esperanza cristiana no es evasión, sino compromiso concreto ante los desafíos del país. Invitó a que la fe celebrada se traduzca en gestos de honestidad frente a la corrupción, reconciliación ante la polarización, solidaridad con los pobres, migrantes y excluidos, y en una participación responsable para construir una sociedad más justa, fraterna y humana.
La clausura del Año Jubilar se da en el marco del camino hacia el Centenario de la Arquidiócesis de Panamá, reafirmando el llamado a volver a lo esencial que es el anuncio del kerigma, la vivencia de la misericordia y el compromiso con los más vulnerables.
La celebración contó con la presencia del cardenal José Luis Lacunza, obispo emérito de David; del nuncio apostólico monseñor Dagoberto Campo Salas; del clero arquidiocesano, la vida consagrada, seminaristas, fieles laicos y representantes de otras Iglesias cristianas.
Al finalizar la Eucaristía, la interpretación del Coro Polifónico de Panamá, dirigido por la profesora Electra Castillo, marcó el cierre oficial del Año Santo Jubilar en la Arquidiócesis de Panamá.
El Año Santo Jubilar 2025 inició oficialmente con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, el 24 de diciembre de 2024, por el Papa Francisco. En la Arquidiócesis de Panamá, la apertura tuvo lugar el 29 de diciembre de 2024, con una emotiva celebración que congregó a una multitud de fieles que peregrinaron desde la histórica Parroquia de Santa Ana hasta la Catedral Basílica Santa María la Antigua.
Como parte del Jubileo, la Arquidiócesis de Panamá habilitó diversos templos jubilares, entre ellos la Parroquia Santa María Madre de Dios, la Basílica Menor Don Bosco y la Parroquia Cristo Redentor, en San Miguelito, así lugares jubilares como en el Centro de Orientación Integral San Juan Pablo II, el Hogar Bolívar, el Hogar Luisa, la Casa Buen Samaritano, entre otras que atiendes a poblaciones excluidas y descartadas de la sociedad.
Asimismo, el clero arquidiocesano vivió su Jubileo como una gran familia, y el arzobispo inauguró las obras jubilares de misericordia el domingo 16 de marzo de 2025,
Panamá, 27 de diciembre de 2025.
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