Fiesta de Ntra. Sra. La Merced, Mons. Ulloa: “Culpables o no culpables los reclusos siguen necesitando la Palabra de Dios”
PANAMÁ. 24 DE SEPTIMBRE DE 2021. En la fiesta de Ntra. Sra. de La Merced, patrona de los Privados de Libertad, el Arzobispo de Panamá, en la solemne Eucaristía expresó “La Virgen de la Merced nos invita a que podamos colaborar junto a los padres mercedarios, la tarea de liberar a los nuevos cautiverios a cuantos se encuentran sometidos en nuestra sociedad, de las diversas adicciones que les esclaviza”.
Celebramos que la Santísima Virgen es el ser humano más libre de toda esclavitud para poder ser la esclava del Señor, dijo Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, señalando que nosotros como marianos debemos conquistar nuestra propia libertad por eso debemos luchar contra nuestro egoísmo, nuestros instintos, nuestras pasiones no purificadas porque no seremos libres mientras estemos atados con lazos controlados a una cosa o a una persona.
Monseñor Ulloa Mendieta señala, tenemos la misión de ser instrumentos de liberación para los demás, debemos seguir luchando para que los hombres lleguen a ser libres; culpables o no culpables los reclusos siguen necesitando que se les proclame la Palabra de Dios.
“Pidamos a la Virgen de La Merced, que nos eduque según su propia imagen ha ser libres y disponibles para Dios y los demás, nos haga instrumento eficaces de liberación en nuestros hogares, lugares de trabajo, grupos y en nuestros barrios, para que todos lleguen a ser tan libres como ella lo fue”, manifestó Mons. Ulloa.
Al entregar unos 21 ‘escapularios’ a hermanos que se han reintegrado a la sociedad y que han transformado sus vidas; el Arzobispo de Panamá, refiriéndose a quienes deseen una experiencia personal con Dios, les invita a unirse a la Pastoral de la Salud o a la Pastoral Penitenciaria porque “tanto la cárcel como la cama de un enfermo podemos decir que son lugares sagrados donde Dios se hace presente’, ‘una de las experiencias con Dios más fuertes que he tenido cuando he tenido la dicha de celebrar una Eucaristía con hermanos reclusos”.
Testimonio
(Juan) Al ser reintegrado a la sociedad, “doy gracias a Dios y a la Iglesia por todo lo que está haciendo por los privados de libertad, somos muchos a los que la vida nos dio un giro completo, cuando uno está allá dentro uno siente que el mundo se nos viene encima pero gracias a los Frailes y a los voluntarios que llegan a predicar, ellos nos tocan el corazón, nos damos cuenta que la vida sigue, que es hermosa. Con los cursos de introducción a la Biblia y Marianología nos damos cuenta de que no estamos solos”.
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