Exequias del gran folclorista de la decima panameña Antonio Vargas “El Jilguero de La Miel”
PANAMÁ. 20 DE AGOSTO DE 2020. “El mejor homenaje que le pueden hacer a este maestro de la decima es mantenernos unidos para luchar juntos por el rescate de nuestra cultura y de nuestra panameñidad. Tal como el lo expresaba, ‘yo no puedo dejar la decima nunca, ni en la vida ni en la muerte, ella va siempre conmigo, respiro y sudo folclor’”, reiteró el Arzobispo de Panamá, en las exequias del gran cantautor de la decima panameña Antonio ‘Toñito’ Vargas, que se realizó en la parroquia Ntra. Sra. de la Merced.
Añadió, “por eso sabemos que desde el cielo, Toñito junto a nosotros nos interpreta su más sentido canto al hombre y a la mujer que riega la tierra con su sudor, al alma de la panameñidad que vive dentro de cada uno de nosotros”.
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, dijo “querida familia, Oderais de Vargas y sus hijos Antonio, Oderais, Raúl, a sus nietos y bisnietos, querida familia y amigos, unidos a la vida de Toñito Vargas, estamos aquí porque queremos compartir con ustedes no solo el dolor sino también la esperanza. Todos juntos creyentes y esperanzados queremos arroparlos con nuestras plegarias por nuestro hermano”.
Perdemos no solo al hermano, al padre, al abuelo, al amigo sino que también físicamente a un gran folklorista, pero su recuerdo permanecerá vivo ya que el supo dejar con tesón su legado en los colectivos por donde pasó, sin hacer mucho ruido pero eso si, dejando lo mejor que saben hacer los folcloristas que no es otra cosa que compartir las experiencias, sabidurías, vivencias que le dan identidad a un pueblo, recalcó.
Antonio Vargas “El Jilguero de La Miel” como popularmente es conocido, dedico casi toda su vida ha acercar el folclor a cada rincón de nuestro país. Con esa actitud ha logrado que tanto jóvenes como adultos mayores aprendiéramos a apreciar el folclore, convirtiendo el folclor en motivo de orgullo para todos los panameños, señaló Mons. Ulloa Mendieta.
Sabemos que su virtuosa pasión le hizo merecedor de importantes reconocimientos y hoy en medio del dolor podemos decir que Toñito Vargas, con su magisterio del canto ha sabido unir a varias generaciones de cantadores y así se refleja.
El Obispo metropolitano señaló, “se nos va uno de los mayores exponentes de la decima en Panamá, por experiencia puedo decir que Toñito Vargas junto al gran Agustín Sombrero Pintao Rodríguez y otro más, en mi adolescencia con sus decimas me enseñaron a fortalecer mi identidad y mi amor por Panamá. También a valorar el lugar y el país donde nací y donde e encontrado siempre nuestras costumbres y el trabajo del hombre y la mujer campesinas”.
Confiamos plenamente que nuestro hermano esta gozando de la presencia de Dios, queridos hermanos ante la muerte nuestro corazón y nuestro pensamientos buscan respuestas y un sentido donde sentimos la herida profunda de la ausencia del hermano, fueron las palabras con que el Arzobispo de Panamá despidió a Antonio Vargas “Toñito El Jilguero de La Miel”.
Bebito Vargas, “como hermano de Toñito Vargas y en nombre de toda la familia quiero agradecer tantas muestras de solidaridad y de cariño para con la familia, de Toñito se ha dicho todo, pero es más, el lo dijo con sus hechos. Mi hermano Toñito amaba la música, podía sonar la guitarra en cualquier genero, una vez le canté una canción una sevillana la cual le gustaba mucho”.
Uno de los nietos de Toñito Vargas agradeció a cada uno de los trovadores decimistas que han enaltecido el folclor y la memoria de mi abuelo al desplegar un sin número de decimas y trovas en honor al gran Jilguero de La Miel de Las Tablas. “La familia Vargas les agradece ese reconocimiento tan importante que le hacen a mi abuelo”.
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