Campaña Cuaresmal “La buena política está al servicio de la paz”
Panamá. 9 de abril de 2019. La Cuaresma es un tiempo muy intenso y fuerte en la vida de la Iglesia, es una preparación para la fiesta de la Pascua de Resurrección; un tiempo de conversión, de cambio, de reavivar la fe y la vida cristiana a la luz del Evangelio.
“La buena política está al servicio de la paz” es el lema de la Jornada Mundial por la Paz de este año, y que va de la mano con la Campaña Cuaresmal, porque pareciera que el Papa Francisco en su mensaje del primero de enero estuviera pensando en las próximas elecciones después de su visita.
De acuerdo con el encargado de la Pastoral Social Caritas de la Arquidiócesis de Panamá, el Padre Patrick Hanssens, desde hace 29 años, esta campaña se desarrolla durante los 40 días de la Cuaresma porque es un tiempo de sobriedad, de mayor reflexión, solidaridad y caridad.
La Campaña Cuaresmal contempla una revista que contiene cinco temas: “La política, ¿para qué?”, “Evangelizar la política”, “¡No todo lo que brilla, es oro!”, “El país que queremos” y “Votar a conciencia”; estos temas son una oportunidad para ayudar a revisar nuestro actuar a la luz del Evangelio y aprovechar este tiempo para transformar nuestra forma de pensar y de participar en la política, explicó el P. Hanssens.
Detalló, que junto a la revista también se distribuyen en cada parroquia “los sobres de la Campaña Cuaresmal” a través de los cuales podrán aportar su granito de arena, hasta el 21 de abril, Domingo de Resurrección, para sostener las obras de misericordia de la Iglesia Católica.
Con tu aporte de ofrenda cuaresmal la Iglesia podrá sostener las diferentes obras sociales de misericordia como el apoyo a migrantes, a personas enfermas, ancianos abandonados y farmacodependientes entre otros proyectos de promoción humana de la Iglesia Católica, señaló el P. Hanssens.
Con tu ofrenda cuaresmal la Iglesia podrá sostener: el Centro de Orientación San Juan Pablo II, Casa Hogar San José, Pro-Fe, Casa Hogar Buen Samaritano, entre otros; no nos conformemos con dar migajas que caen de nuestra mesa. Dios premia a quien da con alegría.
