“Ahí en lo alto del madero, Jesús asume nuestros pecados”, Mons. Ulloa
PANAMÁ. 14 DE SEPTIEMBRE DE 2020. “Estamos celebrando esa historia de amor apasionado de Dios hacia cada uno de nosotros, y la demostración clara que fue el envió a su propio Hijo a nuestra tierra. Tanto amo Dios al mundo que entregó a su único hijo. Jesús no vino a regañarnos, a criticarnos, ni para recordarnos nuestras debilidades y fallas, Él vino para ayudarnos, a salvarnos y a otórganos esa vida plena que tantos deseamos”, señaló el Arzobispo de Panamá, durante la Eucaristía dominical celebrada en la parroquia El Señor de los Milagros en Villa Lucres.
Añadió, esta fiesta de la solemnidad del Señor de Los Milagros en Villa Lucres, es en el contexto de la exaltación de la Santa Cruz, es la celebración de la historia de la relaciones de Dios con el hombre, de un amor apasionado hacia nosotros.
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, indicó Dios Padre nos los envió para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino para que tengamos vida eterna. Jesús nos señaló el camino que debemos recorrer en nuestra existencia terrena para que podamos gozar de vida abundante.
“Agradezcamos a Jesús su última lección antes de su resurrección, de vivir el amos como lo primero y principal de nuestra existencia, pidámosle que nos siga atrayendo hacia su Cruz, para que gastemos nuestra vida como Él la gastó en servicio permanente del amor hacia los hermanos”, invitó.
Aprovechó para explicar ¿Qué extraño es la lectura del Libro de los Números? La serpiente venenosa levantada sobre un estandarte para que los mordidos queden curados al mirarla. ¿cómo entender este episodio del antiguo testamento? Solo sabemos de otro que ha sido levantado sobre un estandarte para que todos lo podamos mirar desdela serpiente del pecado, de la angustia, de la desesperanza, del sufrimiento nos muerda, y esa es la Cruz de Cristo.
Dijo además que hemos de dirigir nuestra mirada a la Cruz porque ahí está clavado nuestro redentor quien murió por todos nosotros para redimirnos de todas las mordidas. Porque ahí en lo alto del madero Jesús asume todos nuestros pecados, todos nuestros sufrimientos y decepciones que lo deforman haciendo de Él carne de serpiente venenosa, carne de pecado, carne de idolatría, carne de sufrimiento, carne de decepción.
También expresó la condición es aceptar ser levantado en lo alto del estandarte del leño, porque la Cruz es una señal, no de condena, sino de redención, misterio del amor de Dios al mundo; de ese mundo que lo rechaza y se rebela contra Él.
Hoy más que nunca es necesario exaltar la santa cruz, ese misterio de Cristo, por eso no temamos de llevar la cruz al pecho, en el carro o llevarlo donde estemos porque ella es signo de victoria; especialmente en este tiempo de pandemia no tengan miedo de ver a Cristo Crucificado para que los frutos de la redención de su muerte redentora estén en nuestra vida, fue la exhortación de Monseñor Ulloa Mendieta durante la homilía.
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