Más de 150 familias participaron de la cuarta Tarde de Té

Más de 150 familias participaron de la cuarta Tarde de Té

PANAMÁ. 1 DE SEPTIEMBRE DE 2020.   La Pastoral de la Salud de la parroquia San Juan Apóstol Evangelista de Brisas del Golf, donde más de 150 familias participaron de  la cuarta Tarde de Té virtual, en la que reflexionaron sobre el tema “ Mis temores y dolor se los confío a Dios. Hay esperanza”, el pasado 29 de agosto.

Una Tarde de Té virtual que de desarrolló con la participación de el Obispo de la Diócesis de Chitré y presiente de la Conferencia Episcopal Panameña Monseñor Rafael Valdivieso Miranda, del testimonio del atleta panameño César Barría  y de la Licenciada  María del Carmen de Fonseca.

El Obispo de la Diócesis de Chitré Monseñor Rafael Valdivieso Miranda, aprovechó para destacar, “esta Tarde de Té que nos anima y que está marcado por esta realidad que estamos viviendo por la pandemia, que ha afectando a toda la humanidad, una experiencia que a llevado a muchos al sufrimiento, a crisis, angustias y a vivir momentos difíciles a nivel social, personal, familiar, en muchos aspectos espirituales, anímicos y en lo material”.

Toda prueba siempre tiene un impacto que asusta, que nos da miedo, que da tristeza, que crea angustia y que nos desestabiliza pero es una reacción tan humana que todos experimentamos ante una prueba o mala noticia; en la que debemos  tener siempre la búsqueda de un efecto positivo y de fe como es palabra de Dios, reafirmó.

También les expresó que han sido  muchas las personas que han sido afectadas y que han perdido la vida de una manera heroica como algunas unidades del personal de salud y de seguridad pero eso nos enseña como hay gente que son capaz de sacrificar su propia vida por cuidar, atender, acompañar y darle una mejor calidad de vida a quien está padeciendo una crisis en su vida.

Monseñor Rafael Valdivieso, señaló que esas experiencias son parte de la vida,  que hay asumirlas con fe, con convicción, asumiendo y reconociendo que aún en medio del dolor Dios está con nosotros.

Un pequeño virus que no conoce de raza, de color, de  credo y que nos ha hecho a ver la realidad, que ha afectado a toda la humanidad y que nos hace sensibles ante esta realizad, solidarios con aquellos que sufren y que han perdido a un ser querido, recalcó.

Dijo además que es una experiencia amarga que empieza a romper tantas barreras, muros y murallas que nos hacen ver como tantos hermanos necesitan de nosotros, de ese apoyo solidario y de esa experiencia espiritual.

En este tiempo nuestra misión es alimentar y transmitir esa esperanza que ponemos en las manos del Señor, teniendo una actitud positiva a través de  gestos, de  palabras, y expresiones porque nuestra vida tiene que ser ese canal que en los momentos difíciles nos lleve a ser solidarios y a pedir perdón, les aconsejó el Obispo de Chitré al concluir.

Testimonio del nadador César Barría

El atleta de natación César Barría,  expresó “fui aprendiendo que nosotros no podemos escoger las circunstancias que nos pasan en la vida pero que si podemos tener una actitud positiva ante cada una de las pruebas y misiones que Dios nos pone”.

Agregó, “no ha sido una vida perfecta pero me gusta muchísimo leer y tener de ejemplos testimonios de vida, así como una frase de la Madre Teresa de Calcuta “Jesús es mi todo en todo”  y es lo que trato de hacer con cada uno de mis retos y desafíos tanto personales como deportivos, así debemos poner a Jesús en todas las cosas que realizamos no solo en las victorias”.

Todos de alguna manera tenemos nuestros propios Estrechos de Gibraltar que cruzar todos los días, corrientes en contra que nos limitan en nuestras acciones, ya sea un padecimiento físico, sentimental, espiritual o mental pero también tenemos corrientes que nos impulsan y nos llevan a nuestro destino, indicó el atleta de natación.

Así lo he hecho en mi vida, a aprender a caminar con una sola pierna, a caminar con muletas, a hacerlo en silla de ruedas, con prótesis y donde he tenido que adaptarme a las diferentes circunstancias;  pero creo que Dios nos hace grande ahí en nuestras debilidades y en nuestra vulnerabilidad, solo tenemos que orar para que Él nos de la fortaleza para seguir hacia delante, señaló el nadador César Barría.

                            

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