Arzobispo Ulloa recibe homenaje con humildad

“Si he aceptado este reconocimiento es porque me lo a pedido don Lucho Moreno y por los grupos organizados de la sociedad; también consiente porque nos permite reunirnos para seguir soñando que es posible seguir transformado a mí querido Panamá”.
Con estas palabras el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta dio inicio a su discurso de gratitud, tras ser honrado por distintas organizaciones, que se adhirieron al homenaje organizado por la Fundación Panameña de Ética y Civismo (Fepec) en la Biblioteca Nacional.
Haciendo alusión al Evangelio de Lucas capítulo 17, el Arzobispo Metropolitano dijo: “hemos hecho lo que teníamos que hacer; la razón es sencilla, los cristianos y verdaderos ciudadanos podemos caer en la tentación de pensar y creer que somos héroes por hacer simplemente lo que nos corresponde en cada circunstancia y momento determinado”.
También reconoció la acción de Dios, del Papa Francisco y del panameño, que quiso que nuestro pequeño Panamá se levantara con la dignidad de un pueblo noble, acogedor, fraterno, solidario y con una capacidad de entrega por el prójimo para ofrecerle al mundo lo que somos sin tener que maquillar nada.
Reiteró la necesidad de jóvenes soñadores y de ancianos visionarios, porque es esta dupleta que se lleguen a las transformaciones que anhelamos; ancianos que puedan decirle a los jóvenes que sigan adelante aunque se equivoquen, destacó monseñor Ulloa Mendieta.
El presidente de la Fundación Panameña de ética y Civismo, Luis H. Moreno manifestó que el homenaje a monseñor Ulloa, se debe a su liderazgo al frente de la Jornada Mundial de la Juventud 2019, que le dio al país una proyección internacional positiva y provocó que los panameños dieran lo mejor de sí.
“Gracias a la guía de monseñor Ulloa, durante la JMJ, permitió a los panameños que viviéramos lo que pocas veces hemos visto; nos ha dado muestras de un liderazgo, sano e inquebrantable, siempre al lado del Papa Francisco durante la JMJ, sin dejar que todos nosotros dejáramos de sentirlo cerca”.
La representante del voluntariado de la JMJ, Yatsury Saez, agradeció a monseñor Ulloa el haber aceptado este reto porque “gracias a esto, muchos jóvenes del mundo y de Panamá pudieron conocer nuestras capacidades sin importar la edad, con entusiasmo, preparación y amor”.
Igualmente, en nombre de todos los voluntarios locales e internacionales de la JMJ 2019, le agradeció la confianza que depositó en cada uno, teniendo fe en este gran proyecto y creyendo en las grandes responsabilidades al estar en las manos de los jóvenes.
Agregó, “siempre fue un pastor con olor a oveja’, pendiente todos los días de cada uno de nosotros, con una sonrisa o palabras de aliento, al verlo en cada uno de los pasillos del Arzobispado u otro lugar, sin importar el millón de cargas y las presiones que llevará”.
“En mi caso, monseñor Ulloa, me ayudó a perder el miedo, creía que era demasiado joven para tener este peso, pero con la guía y su respaldo constante me ayudaron a avanzar en este camino”, dijo la joven voluntaria.

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