Remodelan salones del Hogar de ancianos San Pedro Nolasco
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, al realiza la bendición de los salones, manifestó que la Iglesia Católica está llamada a acoger y dignificar a los adultos mayores, y que no podemos olvidar que si la juventud florece y da frutos es gracias a la sabia que nutren las raíces profundas que son nuestros ancianos.
La Iglesia ha impulsado, de manera conjunta con otras instituciones, el acompañamiento a grupos de la tercera edad, especialmente en la defensa de sus derechos humanos desde el Programa de Adultos Mayores, a través de normas, proyectos e iniciativas que disminuyen la brecha de la pobreza, la discriminación y la falta de acompañamiento en esta etapa de la vida, recalcó el arzobispo.
Fray Javier Mañas G., responsable del Hogar, señaló “esta obra es memoria a la familia y los hermanos incondicionales Ester y Federico, cuya historia de entrega por los demás puede verse reflejada en los muros de esta escuela y la de Burunga, en la formación de sus estudiantes, en las caras de alegría del comedor, en el Museo Orden de la Merced del Casco Antiguo o en la mirada pacífica de nuestros ancianos del hogar San Pedro Nolasco”.
Estoy seguro de que ella estaría muy emocionada de ver cómo los ancianos han mejorado su calidad de vida gracias a su aporte y vocación. Ahora las mejoras de este edificio que nos ha permitido hacer su gratitud, alojan en sus paredes la colección de arte que ella en algún momento eligió para su casa y que ahora alegran los espacios de este hogar, expresó Fray Javier Mañas.
Marcela Orillac de Dunne, hija de Doña Ester María señaló: “para mí, mis hermanas y la familia es cumplir el sueño de nuestra madre que siempre nos enseñó a querer al prójimo, pero sobre todo a los adultos mayores, porque son personas que muchas veces son olvidadas. Hay que saber quererlos, tienen muchas historias que solo al escucharlos hablar aprendemos.