Las madres panameñas, vivo reflejo de María

Las madres panameñas, vivo reflejo de María

Desde la comunidad parroquial de Veracruz, el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, celebró este 8 de diciembre la Eucaristía en honor a la Inmaculada Concepción y al Día de las Madres, destacando que el corazón de ambas celebraciones es la maternidad.

Recalcó con firmeza que las madres panameñas son el vivo reflejo de María: sostienen a nuestras familias y son para sus hijos la primera catequesis, el primer refugio y la primera imagen que tenemos de Dios.

Monseñor Ulloa Mendieta advirtió que celebrar a la Virgen es llenar nuestra vida de gracia, ayudar a que nuestras familias se abran a Dios y contribuyan a construir unidad y paz. Señaló que, así como Ella aplastó la serpiente, los cristianos estamos llamados a aplastar todo lo que divide nuestras comunidades y nuestro país: el rencor, la violencia, los chismes y la indiferencia.
Celebrar a la Inmaculada Concepción, afirmó, es decir “hágase en mí”, es permitir que Dios entre sin resistencia y haga brillar su alegría en nuestra vida.

A las comunidades que tienen como patrona a la Inmaculada Concepción, el arzobispo los exhortó a reconocer que Ella no es un simple adorno antiguo, sino una Madre viva, con identidad, con raíces y con historia.

Al recordar las palabras del Papa Francisco, monseñor Ulloa aseveró que “una comunidad sin madres sería una sociedad inhumana”.

Finalmente, el arzobispo expresó su agradecimiento y felicitación a todas las madres panameñas por su fe, por sus sacrificios, por su ternura y fortaleza, y por sostener a Panamá desde el corazón de cada uno de sus hogares.

 


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