La prejornada de la JMJ cargada de servicio a los más débiles
(VaticanNews).-
“Tiempo fuerte”
Esta semana ha sido un “tiempo fuerte” para muchos jóvenes venidos allende las fronteras de Centro América. Los sueños de conocer e interactuar con comunidades de pueblos originarios, sectores populares e instituciones que sirven a los adultos mayores se han hecho realidad.
De esta manera, la JMJ se ha vuelto un espacio y un tiempo para estar al lado de los más débiles, de los marginados. Un tiempo para descubrir la sabiduría ancestral presente en la memoria de comunidades y personas.
Testimonios
James Milikan, joven procedente de Seatle, Estados Unidos, expresó que la experiencia de prejornada es “un maravilloso ejemplo de inculturación, en el que ve cómo la gente reconoce la presencia de Dios que está presente y actuante en sus vidas”.
Para Antonio Adonías, de Totonicapán, Guatemala, coordinador de la pastoral juvenil de su parroquia, el encuentro con jóvenes de otros países “ha cambiado mi vida, y me dedicaré con más fuerza a la formación de los jóvenes”.
En el Hogar de niños Huérfanos de Malambo, Panamá, también se hicieron presente los participantes en la JMJ, al igual que en el Hogar de Ancianos Santa Luisa, del mismo país. En ambos lugares, los jóvenes interactuaron con los niños y con los adultos mayores, y colaboraron en tareas para remozar los locales.
En El Salvador, los jóvenes llegaron al Hogar Divina Providencia, donde laboraron en el huerto. El contacto con el trabajo agrícola fue un momento para descubrir lo dura que es la vida con los campesinos de toda la región.
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