Fieles reunidos en sus hogares y en las parroquias celebraron la 53ª Cena de Pan y Vino 2024

 

Desde sus hogares y templos, los fieles se reunieron para acompañar la celebración de la 53ª Cena de Pan y Vino, que fue transmitida por FETV, Radio Hogar y las redes sociales, el pasado miércoles 3 de julio, en horas de la noche.

 

Con la compañía de los obispos panameños, del Nuncio Apostólico, monseñor Dagoberto Campos Salas, de los sacerdotes formadores y seminaristas del Seminario Mayor San José, e invitados especiales, presentes en el auditorio Benjamín Ayechú de la Universidad Católica Santa María la Antigua, se desarrolló un programa artístico religioso que contó con el testimonio sacerdotal de monseñor Óscar Mario Brown Jiménez, quien señaló que “la familia humana es el propedéutico para entrar a la Familia divina” y añadió “qué aún con sus achaques se siente jubiloso, porque cuenta aún con esa misma alegría y entusiasmo con la que inició este ministerio sacerdotal, además de contar con vida y salud”.

 

En la Cena de Pan y Vino, también se honró la memoria de monseñor Marcos Gregorio McGrath, por sus 100 años de natalicio; y se hizo un tributo a monseñor Pablo Varela Server, resaltando su trabajo pastoral, académico y social.

 

Los seminaristas, los sacerdotes formadores y los rectores del Seminario Mayor San José y el Santa María la Antigua, entregaron un obsequio a monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, como muestra de agradecimiento por el apoyo, acompañamiento y ese cariño que siempre les ofrece como buen padre y pastor.

 

En respuesta a este reconocimiento, monseñor Ulloa manifestó: “No hay mayor alegría que entregarse a los demás, y eso fue lo que me propuse desde que inicié mi ministerio sacerdotal hace 40 años y durante mis 20 años como obispo, vivir cada día con alegría”.

 

Aprovechó la oportunidad de indicarle a las familias y la sociedad panameña en general, que deben sentir el Seminario Mayor como suyos, porque necesita del apoyo de todos los bautizados, especialmente que todos los jueves Eucarísticos, puedan dedicarlo a orar por las vocaciones.

 

En la Iglesia los laicos son uno de los pilares fundamentales en la misión del anuncio de la buena nueva y en la que se destaca la labor de la mujer, este año el testimonio laical se dedicó a Esther Kwai Ben, por su impactado a través de su misión en Caritas Arquidiocesana, quien expresó “mi mayor respuesta ha sido todos los años de servicio que he dedicado en las diferentes comunidades apartadas, esos rincones donde nadie va, en las diferentes Diócesis del país”.

 

Esther Kwai Ben, reafirmó que todos estamos llamados, desde que recibimos el bautismo, a apoyar la formación de los futuros sacerdotes. “En las parroquias y las familias debe haber más formación para que de los hogares y comunidades salgan más sacerdotes y religiosas; porque un templo sin sacerdotes no es Iglesia”, concluyó.

 

Por su parte, los seminaristas, esta vez, realizaron un cortometraje, para destacar que el Señor elige a sus servidores y les capacita para asumir la misión encomendada. Que no hay que tener miedo y confiar en Dios.

 

La animación musical llegó a la Cena de Pan y Vino, gracias al Ministerio de Música Distyntos, también se dieron presentaciones folclóricas con el conjunto folclórico de la Universidad Católica Santa María la Antigua (USMA), además de contar con la interacción virtual con los laicos desde sus parroquias.