En los 53 años de desaparición de Héctor Gallego arzobispo pide establecer Día de la Reconciliación

A los 53 años de la desaparición del Padre Héctor Gallego, el más grande homenaje que podemos hacerle a él y a todos los desaparecidos en los tiempos de la dictadura, de la invasión y de la democracia en nuestro país, es establecer el Día de la Reconciliación, donde todos podamos deponer nuestro dolor e iniciar la construcción de una nueva nación, señaló el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta.

 

Para monseñor Ulloa, su nombre y la de todos los desaparecidos, sigue significando un grito de angustia, de clamor y de justicia; y ese aguijón que remuerde las conciencias de todos los panameños, mientras no se les haga justicia.

 

“El P. Héctor fue en todo momento un sacerdote evangelizador, misionero, súbito fiel de la Iglesia; comprometido con los campesinos, sobre todo con los más pobres, ya que campesino era también él y nunca había renunciado a su condición de morador de las veredas, trasladado a la serranía veragüense”, destacó monseñor Ulloa.

 

Héctor Gallego vivió y predicó el Evangelio, que lo llevó al compromiso social, a identificarse con los campesinos más pobres de la región de Veraguas; a comprometerse con sus siembras, con sus linderos; con los precios, el canje y el mercadeo de sus productos; con la organización campesina y la Cooperativa que dan dignidad y capacidad económica; porque estaba convencido de que los hijos de Dios no tienen por qué vivir como pordioseros, recalcó monseñor Ulloa.

 

“Y como había gente en Veraguas que resultaban perjudicadas por la nueva actitud del campesinado en Santa Fe, los poderosos lo hacen blanco de sus ataques. El 9 de junio lo agarraron en Santa Fe, y no se ha vuelto a saber de él. Desapareció”, concluyó.

 

Las palabras del arzobispo Ulloa, fueron pronunciadas este domingo 9 de junio al recordar los 53 años de la desaparición física del sacerdote colombiano Héctor Gallego en la misa televisada que ofició en el templo de la Parroquia María, Madre de Dios.