COMUNICADO PRIMERO LA VIDA
Ante la urgencia del Evangelio (Jn 10:10) y la gravísima situación de las
comunidades originarias y campesinas que viven en el territorio de minera Panamá,
las organizaciones y grupos religiosos firmantes nos pronunciamos.
Considerando:
1] Que, desde hace varios meses, nueve comunidades de mayoría ngäbe, que viven
en el área (desde hace unos 30 años), han venido sufriendo discriminación, robo
de sus herramientas, acoso, presiones, amenazas, golpes, insultos, quema de
casas, muertes de niños y adultos;
2] Que esta población vive en el área como si no fueran panameños porque les
impiden el libre tránsito, condicionándolo a un permiso, y también tienen
problemas para sembrar y trabajar la tierra;
3] Que hay testimonios orales, visuales y documentales sobre todas estas
denuncias, pero -hasta ahora- no ha habido medidas que corrijan estas situaciones.
4] Que hay fuertes sospechas de que los fallecidos lo han sido por contaminación
del agua y que es necesario encontrar las causas reales de dicha contaminación;
5] Que es nuestro deber como cristianos defender la vida de la gente por encima
de todo;
6] Que el contrato de “minera Panamá” fue declarado inconstitucional y se
ordenó el cierre de esa mina y, hasta ahora, pocos pasos se han dado en esa
dirección y, más bien, se siguen dando problemas y estos aumentan;
Declaramos:
1) “Nuestra posición es con los campesinos y la madre tierra”, todo lo que vaya
en su contra, nosotros tenemos que rechazarlo;
2) Demandamos una investigación exhaustiva de los hechos denunciados y que
se tomen las medidas punitivas;
3) Igualmente requerimos que se respete el derecho de estos panameños al libre
tránsito en el territorio;
4) También reclamamos que se inicie -cuanto antes- el desmantelamiento de la
mina y se detenga -desde ya- el actuar de la “policía minera” contra la población;
5) Que se inicie un proceso de búsqueda de alternativas económicas, sociales,
laborales, ecológicas, para la población del área y del país, siempre en armonía con
el desarrollo integral de la Casa Común.
Esperamos seguir colaborando en el mejoramiento de nuestra tierra y de la
convivencia social en beneficio de un Panamá más cristiano.
Panamá, 16 de julio de 2024.
Firmado: Pastoral Social-Cáritas, Comisión de Justicia y Paz Panamá, Red Eclesial
Ecológica Mesoamericana Panamá, Confederación Panameña de Religiosos,
Coordinadora Nacional Pastoral Indígena, Red Ig
Quizás te interese
Arzobispo de Panamá destaca la conexión histórica entre Sevilla y Panamá en el Congreso de Hermandades
diciembre 12, 2024
Primer sorteo de Rifa de la Campaña Arquidiocesana
diciembre 12, 2024