Colaboradores del Arzobispado reciben la Cruz Peregrina y el Icono de la Virgen María de la JMJ
Con fuegos artificiales y mucha alegría, los sacerdotes, religiosas y demás colaboradores del Arzobispado de Panamá recibieron la Cruz Peregrina y el Icono de la Virgen María, Salus Populi, signos de la Jornada Mundial de la Juventud, en horas de la mañana del martes 11 de julio.
Realizando una pequeña peregrinación, movidos por la fe y la emoción “cargaron la Cruz Peregrina sin miedo, como guerreros de Cristo”, los sacerdotes que presiden distintas instancias en el Arzobispado como el P. Severo Samaniego, administrador; el P. Luis Núñez, Vicario Pastoral; el P. Israel Ramos, director de Catequesis; el Padre Eusebio Muñoz, responsable de evangelización; el P. Carlos Mejía, Vicario General; el P. Marlo Verar, vicario del clero; el P. Jhassir Pacheco, responsable de Pastoral Vocacional; P. Rafael Ochomogo, responsable de Pastoral Juvenil y de los signos peregrinos de la JMJ, y el P. Antonio Zufía.
Identificados con suéteres blancos y banderas y entonando cantos de alabanza, los colaboradores de los diferentes departamentos que forman parte del Arzobispado de Panamá, y de Radio Hogar, la Fundación Pro- Fe y Librería Católica, acompañaron en procesión los signos de la JMJ.
El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Panamá, Mons. Uriah Ashley, rememoró que en ese mismo lugar hace casi un año se recibió con mucha emoción la noticia que nuestro país había sido designado sede de la Jornada Mundial de la Juventud, y ahora se reciben sus signos, que van animando en su caminar este proceso de preparación. Recordó el obispo Uriah que la cruz es signo de salvación y que debemos abrazarla porque en ella Jesucristo nos redimió.
Representantes de cada departamento, movimiento y pastoral hicieron, frente a la Cruz y el icono de la Virgen, su petición a Dios para que cada instancia vaya acompañando y aportando a la Jornada Mundial de la Juventud, a fin de que produzca los frutos que Dios nos pide para el bien de los jóvenes.
