Arzobispo Ulloa: “La Ceniza simboliza reconocernos pecadores y frágiles como hombres”
PANAMÁ. 17 DE FEBRERO DE 2021. “Con la celebración de la Cenizas iniciamos la Cuaresma, un tiempo que nos prepara para celebrar con intensidad la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús en la Pascua. Este tiempo junto con el de la navidad son los momentos más fuertes del año Litúrgico para los Cristianos”. “Época propicio para escuchar la palabra de Dios, asimilarla en profundidad mediante la meditación y la oración”, palabra con las que inició su homilía el Arzobispo de Panamá, este Miércoles de Ceniza en la Basílica Menor Don Bosco.
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, recalcó que el objetivo Cuaresma, es un tiempo para que cada uno de nosotros podamos resituarnos frente a la vida, para que podamos detenernos y revisar como estamos viviendo, preguntarnos ¿qué sentido tiene nuestra vida? Y un momento para que podamos actualizar nuestra fe en esa autenticidad y sinceridad.
“La fe, es una búsqueda constante, un caminar diario para hacer que nuestro corazón y nuestra vida se parezcan lo más posible al corazón y a la vida de Jesús”, por lo que Monseñor Ulloa destacó que cada Cuaresma es una oportunidad para avanzar.
¿Qué significado tiene el ritual de la imposición de la Ceniza? A esta interrogante Monseñor Ulloa Mendieta, reafirmó que la Ceniza no es un rito mágico, ni una protección especial como muchos podrían considerarlo. La Ceniza simboliza a la vez reconocer nuestro pecado y reconocer nuestra fragilidad como hombre, en búsqueda de la misericordia de Dios.
Un rito que este año a sido adaptado por las medidas de bioseguridad por la pandemia, donde la Santa Sede, a determinado que las cenizas se dejen caer sobre la cabeza de los fieles, incluso sin decir nada, dijo.
El verdadero espíritu de la Cuaresma el cual inicia con el Miércoles de Ceniza, está en la ‘conversión, arrepentimiento y humildad’ , durante estos 40 días que nos preparamos para la Semana Santa, Monseñor Ulloa, exhorta a que tenemos que intensificar nuestra oración, con al menos un Padre Nuestro, trata de rezar una decena del Santo Rosario o visita a Jesús presente en el Sagrario.
El Arzobispo Metropolitano al concluir la Misa, en compañía de sacerdotes salesianos salieron al atrio del templo a imponer la Ceniza, a los feligreses que esperaban en la parte de afuera y a los que transitaban por la Ave. en Calidonia.
Desde muy temprano los Obispos en cada una de las Diócesis del país, acudieron al llamado de la fe, e impusieron las Cenizas a los fieles.
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