“Fray Manolo” sonrió hasta el último momento de su partida

PANAMÁ, 23 DE AGOSTO DE 2019.   No cesaron las expresiones de cariño, aprecio y de valoración en el último adiós a “Fray Manolo” Blanquer, antes y durante sus honras fúnebres, donde se congregaron obispos, sacerdotes, religiosas, familiares y personas que le conocieron y compartieron durante su vida de pastor.

En la homilía, monseñor Pablo Varela Server, Obispo Auxiliar Emérito de la Arquidiócesis de Panamá, destacó la capacidad de diálogo intereclesial, de comunión hacia la sociedad, hacia el mundo, hacia todas las diversidades y comunidades culturales que realizó Fray Manolo, durante su trabajo pastoral, haciendo visible una Iglesia  evangelizadora, en salida y misionera a la que nos llama hoy el Papa Francisco.

En distintos momentos monseñor Pablo reiteró que Fray Manolo, fue un hombre muy dialogante por su manera de acompañar, cuando le buscaban para pedirle una orientación, un consejo, una opinión; especialmente escuchando a la gente humilde.

Fray Carlos Cáceres, Provincial de la Orden de los Predicadores de la Provincia San Vicente Ferrer en Centroamérica, destacó que Panamá se convirtió en el único destino de muchos en la vida de Fray Manolo; el lugar donde aprendió a ser pastor, hermano y tener esa creatividad de una Iglesia nueva, en misión o una Iglesia en salida como dice el Papa Francisco. Otra etapa de su vida fue FETV donde todo el mundo vio el rostro de Manolo, un hombre que hablaba de la política, de los problemas  social, de religión, advirtió.

Fray Manolo le deja a la orden, un valor apostólicamente creativo, cómo ser pastor, cómo acompañar; porque él siempre dialogaba y trataba de incluir al laico, a las mujeres y sobre todo aquellos que pensaban diferente, buscaba ir donde nadie quiere llegar, recalcó Fray Cáceres, tras manifestar su agradecimiento al Arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, a las parroquias y a todos quienes fueron totalmente generosos con él.

Luego de hacer un recorrido de la vida de Fray Manolo, quien llegó a Panamá de 24 años, con todas las ideas renovadas, como buen  hijo del Concilio Vaticano II, y uno de los fundadores en toda Centroamérica de la Orden de Predicadores, Fray Cáceres concluyó que él fue “un verdadero seguidor de Jesús”, quien en la última etapa de su vida como paciente, fue un hombre que brillaba de otra manera, le tocó aprender a ser discípulo de su enfermedad y de sus limitaciones y a pesar de todo siempre decía, “¡¡¡Fabuloso, mejor me daño!!!”.

Su sobrina Pilar Blanquer, en nombre de toda su familia y en especial de su tía Sor Blanquer, agradeció  principalmente a Dios por el don de la vocación de Fray Manolo y por esa luz de fe y esperanza que infundió en cada uno.
“Mi máximo agradecimiento al pueblo panameño por la acogida que le dio a mi tío en su vocación, durante su vida en todo lo que disfrutó de la cultura  y la gente de este país”, dijo su sobrina Pilar.

“Con su llama de amor fue un apóstol de amor y de la  alegría de Jesucristo. Ahora celebramos su resurrección y su pascua; porque él está  en el cielo muy contento celebrando junto a sus padres. Estoy segura que donde hay  una sonrisa,  estará Manolo”, afirmó.

Graciela Suarez, ‘Chelita’, contó que con mucho cuidado y paciencia se encargó del cuidado de Fray Manolo, desde que lo operaron del corazón hace 10 años, quien “a pesar de su enfermedad siempre estaba alegre y aconsejaba que no hay que dejarse vencer por los problemas, hay que estar con una sonrisa”.

Las honras fúnebres de Fray Manuel Santiago Blanquer Planells, se realizaro en horas de la tarde del jueves 22 de agosto, en el templo de la Parroquia de Santa Marta, donde asistieron además de monseñor Varela, los obispos Uriah Ashley y Rafael Valdivieso Miranda, sacerdotes de la Orden de Predicadores y de la Arquidiócesis de Panamá.

 

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