Iglesia Arquidiocesana abraza el centenario del Monasterio de la Visitación

Iglesia Arquidiocesana abraza el  centenario del Monasterio de la Visitación

Con una emotiva celebración eucarística, la Iglesia Arquidiocesana de Panamá se unió para conmemorar el Centenario del Monasterio de la Visitación de Santa María, ubicado en Las Cumbres. La celebración inició, este sábado 26 de abril, con una solemne procesión que partió desde la entrada del convento hasta su renovada capilla, símbolo del recogimiento y la fidelidad de las Hermanas de la Visitación a lo largo de un siglo de entrega silenciosa al Señor.

Religiosas de diversas congregaciones, miembros del Clero Arquidiocesano, representantes de grupos y movimientos laicales se congregaron para agradecer a Dios por los frutos espirituales y vocacionales que las hermanas han ofrecido al país. Esta significativa celebración fue expresión del amor y la gratitud de toda la Iglesia panameña por una comunidad contemplativa que ha sido signo de oración, paz y servicio escondido en el corazón de la ciudad.

El Pbro. Arcinio Murillo, capellán del monasterio, expresó que “las hermanas en las Cumbres son ‘miroforas’, portadoras de aromas, de consuelo y cuidados para el pueblo panameño; son mujeres cristianas y discípulas de Dios que, desde el silencio y el claustro, nos ofrecen un poco de su amor a través de sus manos y la oración”.

Durante la Eucaristía, el Padre Murillo invitó a elevar una acción de gracias especial por las hermanas, quienes —como Oblatas de oración y consuelo— continúan bendiciendo a esta nación panameña. Destacó, además, el valioso servicio que realizan al confeccionar la Sagrada Eucaristía, ese “Pan Vivo bajado del cielo”, que luego es distribuido en cada una de las parroquias y capillas de toda la Arquidiócesis.

El Monasterio de la Visitación no es sólo un refugio espiritual, sino también un testimonio visible de ese llamado a la santidad, a la oración silenciosa, a la esperanza cálida y a la reconciliación. “Celebrar el Centenario Visitantino no es sólo mirar el camino recorrido con vanas complacencias, sino reconocer que este lugar ha sido una casa de consejo, consuelo e intercesión, y durante un siglo ha acogido a muchos hermanos en medio de sus dificultades”, resaltó el capellán.

Desde su llegada al país en 1924, especialmente a la comunidad de Bella Vista, la vida de las hermanas de la Visitación dentro de su claustro oscila entre las alabanzas y la oración, siguiendo a sus fundadores: San Francisco de Sales y Santa Juana Francisca de Chantal: fiel, paciente, equilibrado y comprensivo, pero al mismo tiempo enérgico y decidido, comentó el Padre Murillo, tras añadir que luego fue trasladado a Las Cumbres en 1959, “este monasterio se ha convertido en nuestra nueva ‘Betania’, un lugar donde el amor oblativo de las hermanas se entrega sin medida”.

Por su parte, Fray Raúl Serrano, de la Orden de Agustinos Recoletos, manifestó su gratitud por la presencia de un Monasterio de Vida Contemplativa tan longevo en el país de los tres que existen. “Verdaderamente es una bendición contar con un monasterio así. ¡Ojalá florezcan más frutos! La vida contemplativa es como el corazón: silenciosa pero vital para la vida de la Iglesia, pues ella vive gracias a la oración de las hermanas”, subrayó.

Actualmente, el Monasterio enfrenta serios problemas estructurales que requieren urgente mantenimiento, producto del paso del tiempo. Las hermanas, firmes en su fe, confían en la Providencia divina y en la generosidad de personas de buena voluntad o empresas que puedan apoyarles para continuar su invaluable misión evangelizadora en Panamá.

Panamá, 26 de abril de 2025.

 

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