En Jubileo de la Vida Consagrada se reitera vivir la esperanza en la misión con los pobres

En Jubileo de la Vida Consagrada se reitera vivir la esperanza en la misión con los pobres

Con un espíritu de gozo y compromiso, la Arquidiócesis de Panamá celebró este 8 de febrero de 2025, el Jubileo de la Vida Consagrada, un evento que reunió a religiosas y religiosos primero en el templo San Francisco de Asís y luego en la Catedral Metropolitana, donde representantes de comunidades religiosas reflexionaron sobre su misión en la actualidad.

El Padre Miguel Ángel Ciaurriz, agustino, ofreció una reflexión sobre el papel de la vida religiosa en tiempos de incertidumbre, antes de iniciar la peregrinación hacia la Catedral. Destacó que la vida consagrada sigue siendo una alternativa de esperanza para sanar las heridas del mundo. “Los carismas de la vida religiosa fueron suscitados por el Espíritu como una respuesta al clamor de un pueblo que espera la liberación”, afirmó.

En su intervención, el padre Ciaurriz hizo un llamado a la resistencia espiritual y a la renovación del compromiso religioso, recordando que cada carisma tiene una misión específica para atender las necesidades de la humanidad. “Si identificamos las heridas del mundo y ofrecemos nuestra respuesta desde la vida consagrada, nuestra misión seguirá teniendo sentido y vitalidad en la Iglesia”, enfatizó.

Vida consagrada y sinodalidad
Por su parte, la Hermana Rosmery Castañeda, dominica de la Presentación, en la Catedral, en su intervención antes de la bendición final de la eucaristía, subrayó la importancia de la sinodalidad en la vida religiosa. Expresó que la vida consagrada debe ser un testimonio de comunidad y solidaridad con los más necesitados. “Nosotras y nosotros nacimos para los pobres, para los pequeños y los necesitados. Es en ellos donde encontramos el verdadero sentido de nuestra vocación”, dijo.

La Hermana Castañeda instó a los consagrados a recuperar la vida comunitaria, fortalecer la relación con la Iglesia y escuchar a las personas a quienes sirven. “No temáis, pequeño rebaño, porque Dios camina con nosotros. Nuestra misión profética de esperanza sigue siendo necesaria para iluminar al mundo en tiempos de crisis”, añadió.

El Jubileo de la Vida Consagrada en la Arquidiócesis de Panamá se vivió como un espacio de reflexión, renovación y compromiso. Los consagrados fueron llamados a reafirmar su identidad y misión en la Iglesia, promoviendo la fraternidad y el servicio a los más vulnerables.

 

Panamá, 8 de febrero de 2025.

Comparte

La Arquidiócesis de Panamá creada el 9 de septiembre de 1513 es la Iglesia más antigua en tierra firme y madre de las Iglesias particulares existentes hasta ahora en la república de Panamá.