106º Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, “Como Jesucristo, obligados a huir”
PANAMÁ. 27 DE SEPTIEMBRE DE 2020. Este domingo la Iglesia Católica celebró la 106º Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, titulada por el Papa Francisco con el tema “Como Jesucristo, obligados a huir. Acoger, proteger, promover e integrar a los desplazados internos”, expresó el Arzobispo de Panamá, durante la Eucaristía realizada en la Catedral Basílica Santa María la Antigua.
Explicó, significa combatir todo tipo de estereotipos que colaboran a la discriminación y exclusión; reconocer que estas personas vulnerables necesitan la fraternidad y solidaridad de los demás, especialmente en estos tiempos de Pandemia.
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, aclaró que consiste en un encuentro personal con aquel hermano que sufre, que conozcamos sus esperanzas y sentimientos.
Aprovecho para destacar, que la Pastoral de Movilidad Humana y el Hogar Luisa, como parte de esta celebración realizaron el Reto Culinario “Conocer para comprender” con el fin de recordarnos que el drama de migrantes y refugiados no se comprende por sus números, sino por las personas, si las encontramos podremos conocerlas y al conocer sus historias, podremos comprender que son más los lazos que nos unen que aquellos que nos separan.
También dio gracias a Dios por las 31 personas procedentes de Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Honduras, Italia, México, Nicaragua y Venezuela que participaron del Reto Culinario “Conocer para Comprender”, a través de un video presentaron la preparación de un plato tradicional de sus países de origen. Por lo que Monseñor Ulloa reafirmó que esta experiencia ha sido enriquecedora, demostrando una vez más la diversidad cultural, étnica y de costumbres presentes en Panamá.
Elevó sus oraciones también por todo el personal que labora en el Servicio Nacional de Migración al celebrar los 60 años de aniversario de esta institución, Monseñor Ulloa Mendieta, les exhortó “siempre es oportuno hacer una revisión de lo que está bien y de lo que no nos permite cumplir con la misión encomendada o la visión soñada.
“Hagan de esta institución lo que está llamada a ser, en su visión… de convertirse en un lugar donde se respete los derechos humanos, donde no exista “el juega vivo”; donde la transparencia marque la diferencia de su gestión. No es fácil derrumbar estos estereotipos, pero es justo y necesario, especialmente porque en sus manos está el destino de seres humanos que buscan legalizar su presencia en nuestro Panamá. Contribuyan a que el migrante y refugiado se dientan acogidos, protegidos y promovidos”, fue la invitación del Arzobispo de Panamá.
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