Solemnidad de Ntra. Señora de Lourdes
“Mi gratitud con todos los que realizan esas misión y vocación de acompañar a los enfermos, oremos para que podamos descubrir en cada enfermo la presencia de Dios, creo es un proceso de conversión; hoy día mucha gente busca como loca a Señor, pero no descubren a la Virgen que está precisamente allí en una cama esperando que le demuestres tu amor; si alguien quiere encontrarse con Dios, lo encontrará en la cama de un enfermo, esto es lo que celebramos, no es fácil descubrir al Señor, tenemos que decirlo claro, solo es un acto de fe, creer que de verdad Jesús está en esa humilde fracción de Pan”, expresó el Arzobispo de Panamá, durante la Eucaristía en la Solemnidad de Nuestra Señora de Lourdes patrona de los enfermo.
Añadió, cada 11 de febrero es una fecha muy especial porque la Iglesia celebra la fiesta de la Santísima Virgen María que nos recuerda siempre que confiemos en las promesas de Cristo para que podamos crecer en paciencia y en esperanza, por eso nuestra oración la hacemos de su mano por todos los enfermos y también por la 30ª Jornada Mundial del Enfermo, iniciada por San Juan Pablo II, que vivió en carne propia el dolor, el sufrimiento y la enfermedad.
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, reiteró este año el Papa Francisco nos regala el lema ‘Sean misericordiosos así como el Padre de ustedes es misericordioso’, por lo que “me gustaría dirigir nuestra oración a los enfermos y entre ellos los que no tienen recursos, a los que viven sin la atención sanitaria y humana básica, que de alguna manera reflejan al sordo del Evangelio sanado por Jesús.
Como pueblo e Iglesia Arquidiócesana estamos llamados a solicitar el Sacramento de la Unción de los enfermos, es el mejor regalo de amor que podemos darle a nuestros familiares enfermos siendo consientes ‘no tengamos miedo de pedir la gracia de este don que el Señor nos da a través del Espíritu Santo, instituido por Cristo, no para muertos sino para vivos; que nos da la gracia del consuelo, de la paz y del coraje; y nos ayuda a enfrentar las duras dificultades de la enfermedad, perdona nuestros pecados y nos prepara para el paso a la vida eterna, solicitó.
No permitamos que ningún enfermo cerca de nosotros pueda sentirse solo, que le pueda faltar lo material pero no lo que más necesita, nuestra compañía, nuestro cariño, nuestra persona es la mejor medicina que podemos darle, insistió Mons. Ulloa.
Oremos por todos los profesionales de la salud, los miembros y voluntarios de la Pastoral de la Salud y por tantas personas que con su sacrificio arropan con su corazón y cariño a los enfermos que atienden con dulzura y ternura” especialmente por ese trabajo que han realizado durante años en cada una de nuestras comunidades, exhortó el Arzobispo metropolitano.
Nil Rodríguez, fiel devota comentó “ agradezco a la Virgen María por ser el camino que ha marcado mi vida, mamá me decía que cuadro nací se consagraban los niños a la Virgen. Hace poco tuvimos a mi bisnieto estaba gravemente enfermo, doblamos rodilla pidiéndoles a nuestra Madre y a la Sagrada Familia por su sanación, porque no se recuperaba de las crisis”.
