Seminario Mayor San José de Panamá se convierte en centro jubilar

El jueves 1 de mayo, solemnidad de San José Obrero, el Seminario Mayor San José de Panamá vivió una jornada histórica y profundamente emotiva, al celebrar la apertura de su Puerta Jubilar en el marco del Año Santo de la Esperanza 2025.
En un ambiente festivo y fraterno, esta casa de formación sacerdotal se convirtió, por primera vez, en lugar de peregrinación jubilar, acogiendo con alegría a sacerdotes, religiosas, seminaristas y fieles laicos de la Arquidiócesis de Panamá.
Desde tempranas horas, el Seminario fue llenándose de rostros conocidos: clero nativo en su mayoría, que regresaba a su casa de formación, al hogar donde germinó su vocación. Se respiraba gratitud y emoción. El lugar se convirtieron en espacio de reencuentro, de recuerdos compartidos y de renovadas promesas ante el Señor.
La celebración litúrgica, presidida por el arzobispo metropolitano Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, estuvo marcada por tres signos de gran significado: la institución de ministerios, el rito de la candidatura al sacerdocio y la apertura oficial de la Puerta Jubilar. En un clima de solemnidad, fueron instituidos Jesús Valencia (lector), Carlos Bárcenas (acólito), y presentado como candidato al sacerdocio Juan Urrunaga. También, los seminaristas de primer año de filosofía recibieron el alba blanca, símbolo de su consagración inicial en este camino vocacional.
En su homilía, el Arzobispo destacó que este Jubileo es “un tiempo de gracia para mirar con esperanza la Iglesia del mañana”, y afirmó con firmeza: “Los seminaristas son el rostro visible de la esperanza, y el Seminario es el corazón que late silenciosamente en favor del futuro de la Iglesia”.
Recordó que el clero panameño, mayoritariamente nativo, es una bendición que debe seguir creciendo desde la oración, el testimonio de vida y el acompañamiento vocacional en cada comunidad. “El sacerdote no nace de la nada, se gesta en el seno de una Iglesia orante, comprometida y consciente de que, sin sacerdotes, no hay Eucaristía ni anuncio del Evangelio”, subrayó.
La apertura de la Puerta Jubilar se vivió como un momento de profunda emoción: al abrirse el umbral, una procesión de seminaristas y sacerdotes entró solemnemente desde la puerta de entrada del Seminario Mayor San José, entre cantos y oraciones. Este signo marcó el inicio de un tiempo de gracia, en el que los fieles podrán ganar la indulgencia plenaria cumpliendo las condiciones espirituales dispuestas por la Iglesia: confesión sacramental, comunión eucarística, oración por la elección del nuevo Papa y un gesto concreto de caridad o conversión.
La jornada concluyó con un compartir fraterno entre todos los presentes, donde se intercambiaron testimonios, anécdotas y compromisos por seguir orando por las vocaciones y sosteniendo con esperanza a esta casa que es semillero de pastores.
El Seminario Mayor San José, signo vivo de la esperanza de la Iglesia panameña, se convierte durante este Año Jubilar en un camino de fe, vocación y unidad.
Panamá, 1 de mayo de 2025.