SALUDO DEL CELAM A LA XX ASAMBLEA PLENARIA DEL SECAM 31 de julio de 2025, Kigali, Ruanda

Eminencia
Fridolin Cardinal Ambongo
Arzobispo de Kinshasa
Presidente del Simposio de Conferencias
Episcopales del África y Madagascar
SECAM
Queridos hermanos en el Episcopado, miembros de la XX Asamblea Plenaria del SECAM:
En representación de la Presidencia del Consejo Episcopal de América Latina y el Caribe, y de las 22 Conferencias Episcopales que lo integran, nos llena de gozo y gratitud poder estar presentes en esta asamblea celebrada en Kigali, una tierra que guarda en sus entrañas tanto el dolor como la esperanza, y desde donde se levanta el testimonio de una Iglesia viva, resiliente y profundamente enraizada en el Evangelio.
Deseo agradecer su amable invitación a vuestra XX Asamblea Plenaria del SECAM, “Cristo, fuente de Esperanza, Reconciliación y Paz: “La Visión de la Iglesia familia de Dios en África para los próximos 25 años (2025 – 2050)”. (Christ, Source of Hope, Reconciliation and Peace: The Vision of the Church-Family of God in Africa for the Next 25 Years (2025-2050).
También queremos agradecer que sigamos caminando juntos como asociaciones de conferencias episcopales del Gran Sur (África, Asia y América Latina), con espíritu de comunión, proceso que se ha venido fortaleciendo en los últimos años y se ha expresado muy recientemente en el Mensaje “Llamado por la Justicia Climática y la Casa Común”, que firmamos conjuntamente, sobre la importancia de una acción decidida de los gobernantes de los países por enfrentar el cambio climático que afecta a toda la familia humana y que necesita medidas relevantes y urgentes que deben tomarse en la próxima COP-30, a realizarse en Belem do Pará, Brasil.
Recordamos también vuestra amable invitación al Plenario del SECAM de julio de 2022 en Accra (Ghana) en la que el CELAM pudo compartir sus experiencias de los procesos de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe y del Sínodo sobre la Sinodalidad en curso.
El CELAM, como órgano de servicio a las Conferencias Episcopales de América Latina y El Caribe en favor de la comunión, reflexión y colaboración, ha cumplido 70 años de vida el 25 de julio del presente año y ha buscado ejercer una voz profética que se ha expresado en las cinco Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, desde la Primera en Río de Janeiro, 1955 hasta la Quinta en Aparecida, Brasil, en mayo de 2007.
Son 70 años inspirados por el Concilio Vaticano II, pues ya la Segunda Conferencia General en Medellín, 1968, tuvo el propósito de recibir y asimilar el influjo del Concilio en América Latina y El Caribe. Posteriormente, en los conmocionados años 70, se realizó la Conferencia de Puebla en 1979, como recepción de la Encíclica Evangelii Nuntiandi de Paulo VI; luego en el V Centenario de la Evangelización en el Continente, con la Conferencia General de Santo Domingo en 1992, hasta el momento de gracia en Aparecida en 2007, la V Conferencia General que reconoce la presente época, no solo como época de cambios sino como un verdadero cambio de época.
La Asamblea del CELAM de Tegucigalpa, en 2019, acuerda realizar un proceso de Renovación y Reestructuración del CELAM a fin de responder a los signos de los tiempos en el servicio, y luego de un proceso participativo, se establece su actual estructura, organizada en función del VER-JUZGAR-ACTUAR, que da lugar a los 04 Centros Pastorales.
En el tema del VER, para el análisis de la realidad, el Centro de Gestión del Conocimiento (CGC), para el JUZGAR la realidad a la luz de los signos de los tiempos, el Centro Bíblico Teológico Pastoral (CEBITEPAL), para el ACTUAR el Centro de Redes y Acción Pastoral (CEPRAP) que trabaja con las redes eclesiales de las diversas pastorales específicas del Continente, y como centro TRANSVERSAL, el Centro para la Comunicación (CPC). Con estos 4 Centros se va logrando reagrupar los procesos e ir generando articulaciones pastorales tan necesarias para caminar sinodalmente en la perspectiva de la participación, comunión y misión.
Los tres grandes ejes pastorales del Plan Global del CELAM marcan el derrotero y la perspectiva: (a) Desarrollo Humano Integral y Ecología Integral, que comprende los sueños social, cultural y ecológico; (b) itinerario de los discípulos misioneros que comprende las pastorales de catequesis, vocaciones, juventud, laicos, familia, educación y cultura y otras, (c) CELAM como Escuela de sinodalidad en el Continente.
Ante la necesidad de responder al cambio de época, el CELAM consultó al Santo Padre en 2019, sobre la realización de una nueva Conferencia General, pero el Papa Francisco propuso más bien que para profundizar, asimilar y aplicar las conclusiones de la Conferencia de Aparecida, se realice un evento que congregue a todas las vocaciones del Santo Pueblo de Dios.
Es así como se acuerda la realización de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, que tuvo como fase previa todo un proceso de escucha al Pueblo de Dios (más de 80.000 personas participaron por los distintos medios disponibles) y el Encuentro como tal se realizó en noviembre de 2021 en México, en el cual se establecen 41 prioridades para la evangelización y cerca de 200 líneas pastorales para responder a los desafíos.
El proceso de escucha de la Asamblea Eclesial se inspiró en el previo proceso de escucha del Sínodo de la Amazonía que se realizó en 2019 en Roma, cuyo Documento final inspiró al Santo Padre para la Exhortación “Querida Amazonía” en la que propone los 04 sueños que actualmente marcan el derrotero del CELAM: El sueño social, el sueño cultural, el sueño ecológico y el sueño eclesial, válidos tanto para la Amazonía como para el conjunto de la realidad social y eclesial del Continente.
Un fruto muy importante del Sínodo de la Amazonía fue la creación, tiempo después, de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), proceso inédito en la Iglesia y en el que participan representantes de las vocaciones del Pueblo de Dios en su dirección.
La Visión del CELAM proyectada al Año de la redención (2033) y del Acontecimiento Guadalupano (2031) es la siguiente: “El CELAM al 2033 será reconocido como un organismo eclesial al servicio de las Conferencias Episcopales de América Latina y El Caribe que, favoreciendo la comunión y la colegialidad de los obispos, anima el encuentro personal y comunitario con Jesucristo y la sinodalidad de las Iglesias particulares en salida, con opción preferencial por los pobres y el cuidado de la casa común, para hacer visible el Reino de Dios”.
Esta visión es el norte orientador del proceso de renovación y reestructuración del CELAM, que incluye el esfuerzo por la mayor participación de las instancias episcopales del continente en colegialidad y que busca articular la labor evangelizadora en las 4 regiones de América Latina y El Caribe: la Región de Centro América y México (CAMEX), la Región del Caribe, la región Bolivariana (países Andinos) y la Región del Cono Sur, en un proceso de descentralización y participación. Así mismo la articulación con otras instancias eclesiales continentales tales como la CLAR (Conferencia de Religiosos y Religiosas de América Latina y el Caribe), CARITAS, REPAM y otras.
El proceso del Sínodo de la Sinodalidad viene marcando el caminar de la Iglesia Latinoamericana y del Caribe y por ende del CELAM, proceso que, como hemos mencionado, ya se venía realizando en el Sínodo de la Amazonía y la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe. El Documento Final del Sínodo de la Sinodalidad es asumido en su totalidad por el Papa Francisco y actualmente se encuentra en fase de implementación, en camino a la Asamblea Eclesial de 2028. El CELAM viene animando este proceso a nivel continental.
Hoy la sinodalidad está teniendo toda una perspectiva para la renovación de una Iglesia en salida, pobre para los pobres, que responda al grito de la tierra y de los pobres en la perspectiva de la participación, comunión y misión.
El Papa León XIV ha enfatizado la importancia de la unidad desde el inicio de su pontificado, tanto en la Iglesia como en el mundo, señalando la necesidad de construir puentes de diálogo, como signo de unidad y comunión, un fermento para un mundo reconciliado y en Paz.
Muy queridos hermanos, manifestamos nuestra disposición a seguir caminando y trabajando juntos en sinodalidad, en comunión con la Iglesia universal, para que los pueblos tengan Vida y Vida en abundancia (Jn 10,10).
Nos une una historia de sufrimiento y de esperanza, de resistencia y de fe encarnada en nuestros pueblos. En nuestro continente hay más de 200 millos de afrodescendientes, que han enriquecido con su alegría, su espiritualidad y su esperanza. Esto hace que África, América Latina y el Caribe, sean dos continentes hermanados, con una rica espiritualidad, humanidad y profecía. Con este encuentro iniciamos una nueva etapa de fraternidad misionera.
Sabemos que no basta con conservar estructuras. En un mundo globalizado es urgente caminar juntos como Iglesia discípula y misionera, dejándonos conducir por el Espíritu Santo hacia nuevas formas de encarnación del Reino.
Desde el CELAM, estamos convencidos de que la sinodalidad, la escucha mutua, el discernimiento compartido y la corresponsabilidad pastoral son caminos que nos acercan y enriquecen la comunión entre nuestras Iglesias hermanas.
Que esta reunión en Kigali, tierra de reconciliación y memoria sanada, sea semilla de nuevos vínculos, de aprendizajes mutuos y de colaboración pastoral más allá de los océanos y las geografías.
Confiamos este camino a la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de América, y de los santos mártires de África, para que juntos sigamos construyendo una Iglesia samaritana, encarnada, servidora y profética.
Con estima, comunión y esperanza en Cristo Resucitado,
† JOSÉ DOMINGO ULLOA MENDIETA, O.S.A.
ARZOBISPO METROPOLITANO DE PANAMÁ
SEGUNDO VICEPRESIDENTE DEL CELAM