Portobelo celebró los 244 años de veneración, fe y devoción al Cristo Negro

PANAMÁ. 22 DE OCTUBRE DE 2021.   El pueblo de Portobelo celebró los 245 años de veneración, fe y devoción al Cristo Negro “El Naza”, con una Solemne Eucaristía, presidida por Monseñor Manuel Ochogavía, en la que expresó “estamos viviendo tiempos de prueba muy fuertes y todo eso a puesto al límite nuestras paciones y realidades, no solamente en el ámbito religioso, humano, aquellos que ha perdido su trabajo, sus hogares, los abandonados, los que han visto como han muerto sus seres queridos  a causa del COVI-19.  

 

Monseñor Manuel Ochogavía Barahona , Obispo de la Diócesis de Colón-Kuna Yala, ofreció las intenciones por miles de peregrinos nacionales y extranjeros que acuden años tras años a este templo de San Felipe de Portobelo lugar emblemáticos de la fe católica en el país,  para que pueda haber colmado todas aquellas cosas justas, buenas y nobles que hay en los corazones de todos sus devotos. 

 

Alto y claro, Ochogavía Barahona dijo, tenemos que ser muy consientes que la fragilidad que nos ha dejado y demostrado la epidemia nos obliga a repensar nuestro papel como miembros de una sociedad humana donde todos nos necesitamos, tenemos que contribuir para construir el bien de todos. 

 

Obispo de Colón-Kuna Yala, manifestó, “los flagelos que afectan nuestra sociedad son los atentados a la vida y  la familia, hay tantos niños que mueren sin nacer más que lo que mata un virus, esos son flagelos contra la vida; cada año depositamos más toneladas de plástico al mar contaminándonos nosotros mismos, destruyendo la naturaleza y la de los futuros”.  

 

La corrupción es otro flagelo que sigue minando la confianza de los ciudadanos en las estructuras que gobiernan nuestro país, que ejercen la justicia y que garantizan la democracia, ese gran virus que compra conciencia, que traiciona los ideales de una nación que quiere progreso y justicia en equidad, recalcó. 

 

Monseñor Ochogavía, manifestó que el flagelo de la droga que se ha filtrado en las estructuras de la sociedad, que gobierna y que domina como un estado soberano dentro de otro, porque la delincuencia en este país manda; señalando “ el vivo ejemplo son nuestros barrios de Colón, esta Costa Abajo y Costa Arriba dominada por el trafico de droga, donde está caminando por las calles  comprando y corrompiendo a nuestra juventud ante los ojos de todos y eso trae muerte”. 

 

Cada peregrino que viene a Portobelo debe recordar, tener muy presente en su corazón, que al visitar al Cristo, no venimos a buscar poder para hacerle daño a otro,  eso hacen los infieles que viven una religión pagana y que creen que visitando al Nazareno van a tener poder para hacerle daño a otro; el Nazareno no da poder  a la hechicería, nos da amor, dijo el Obispo. 

 

Venimos a esta peregrinación con la esperanza de recuperar nuestra confianza, la certeza de que Dios está a pesar de todo, Dios sufre como nosotros, pero hace todo lo posible para demostrarnos que en esa fragilidad se manifiesta el poder de un Dios que no abandona que es siempre fiel;  la gracia que el Nazareno nos da cargando esa miserable cruz, es salvación, es perdón, es reconciliación, de que sirve vestirme de morado si luego no cambiamos nuestra vida, ni dejo de matar, de destruir, de odiar, fueron las palabras del Obispo de Colón-Kuna Yala. 

 

Luis Pino, expresó “Dios bendiga a mi pueblo. Cristo de Portobelo ayuda a nuestros gobernantes a ser mejores panameño 

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