El Papa Francisco ha instituido el dicasterio para los laicos, la familia y la vida
(ZENIT – Ciudad del Vaticano) El papa Francisco con la Carta apostólica ‘Sedula Mater’ firmada el día de la Inmaculada Concepción ha constituido el nuevo dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
Escrita en forma de motu proprio, el texto ha sido difundido hoy por la oficia de prensa de la Santa Sede y explica que el nuevo organismo será disciplinado por especiales estatutos, competencias y funciones. Añade que inicia oficialmente su labor el próximo 1° de septiembre, sustituyendo el trabajo del Pontificio consejo para los laicos y el Pontificio consejo para la familia, que en dicha fecha cesan sus funciones, al ser derrocados los artículos 131-134 y 139-141 de la Constitución Apostólica Pastor Bonus, del 28 de junio de 1988.
El Papa ha nombrado además como prefecto del nuevo dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, a Mons. Kevin Joseph Farrell, obispo de Dallas en Estados Unidos. En la web diocesana el obispo poco después de su nombramiento escribió: “Espero ser parte de la importante obra de la Iglesia universal, en la promoción del apostolado de los laicos, de la pastoral de la familia y en el apoyo a la vida humana”.
Desde hace meses se comentaba de un posible nombramiento como prefecto de mons. Vincenzo Paglia, presidente del disuelto Pontificio Consejo para la Familia. Pero justamente Paglia fue nombrado hoy gran canciller del Pontificio Instituto “Juan Pablo II” para Estudios sobre Matrimonio Familia.
A inicios de junio bajo propuesta del Consejo de los nueve Cardenales, el Santo Padre Francisco, aprobó ad experimentum, el Estatuto del nuevo Dicasterio.
Fue el 22 de octubre del 2015, cuando el Papa anunció la creación de este nuevo dicasterio, al inicio de la Congregación general en el Sínodo de los Obispos con las siguientes palabras: “He decidido instituir un nuevo dicasterio con competencia sobre laicos, la familia y la vida, que sustituirá al Pontificio Consejo para los laicos y el Pontificio Consejo para la familia, y al que estará vinculada la Pontificia Academia para la Vida”.
Y el 17 junio pasado, el Santo Padre al dirigirse a los participantes de la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para los Laicos aseguró que se trata de una conclusión de una etapa importante y de apertura de una nueva para el dicasterio que “ha acompañado la vida, la madurez y las transformaciones del laicado católico desde el Concilio Vaticano II hasta hoy”.
[su_expand height=”50″]En esta época en la cual el laicado católico está en el primer plano hay que promover el matrimonio cristiano. Y la vida tiene que se protegida en todos los niveles y edades. Lo afirma Mons. Kevin Farrell, obispo de Dallas, apenas nombrado por el papa Francisco prefecto del nuevo dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Mons. Kevin Farell obispo de Dallas y nuevo prefecto del dicasterio Laicos, Familia y Vida.En una entrevista exclusiva concedida hoy a ZENIT, el obispo irlandés indica: “He deseado siempre promover a los laicos y ayudarles para que tengan el debido lugar en la Iglesia”. El obispo explica sus expectativas y su experiencia en Estados Unidos, y como considera oportuno promover el matrimonio, la familia y la vida. También habla de su experiencia sobre los frutos de los dos últimos sínodos sobre la familia que se realizaron en el Vaticano.
Excelencia, ¿Por qué fue necesario unir laicos y familia en un mismo dicasterio? — Mons. Farrell: Creo que se quiera coordinar este dicasterio con el espíritu de la Iglesia sobre estos tres diversos aspectos, los cuales tienen que ver con el mismo tema: la vida cotidiana del pueblo de Dios, sean laicos, solteros o casados. Es igualmente importante que en esta fase histórica nos concentremos fuertemente sobre el matrimonio y la familia. Y por ello creo que el Papa ha convocado dos sínodos sobre estos temas y ha subrayado ‘la alegría del amor’ en su exhortación apostólica Amoris Laetitia. Este documento es necesario difundirlo no solamente entre los laicos, sino de manera específica en las familias, o sea el lugar en donde generalmente los laicos encuentran su dimensión ideal. Rezo a Dios para que logremos hacer esto y nos empeñaremos en ello.
¿Qué herencia dejan estos dos últimos sínodos? — Mons. Farrell: Considero que este documento orientará la labor del nuevo dicasterio durante muchos años. Pienso que continuará con el trabajo realizado por los dos pontificios consejos (Laicos y familia ndr.), pero con una nueva visión y una renovada energía. Mi objetivo será el de entender exactamente lo que cada una de estas diversas secciones hace y con la ayuda de los laicos de todo el mundo evaluar qué puede ser desarrollado mejor y con más eficacia en esta época, pensando a los medios de comunicación social.
De otro lado el papa Francisco sugirió que ha llegado el momento de los laicos… — Mons. Farrell: Sí, es justamente así. Al mismo tiempo el Santo Padre ha observado que este aspecto aún no es suficientemente relevante en la Iglesia.
¿Cree que con la creación de este dicasterio quien desea una mayor presencia de los laicos estará satisfecho? — Mons. Farrell: Sobre todo creo sea este el tiempo de los laicos. El papa Francisco quiere promover a los laicos en todos los niveles de la administración de la Iglesia. Todos los órganos consultivos, en el interior de la Iglesia o de la Curia necesitan tener a laicos en roles especializados. Si se leen los estatutos del nuevo dicasterio, por la primera vez se ve que los subsecretarios de cada departamento deberán ser laicos; y los laicos tienen que estar presentes incluso en los órganos consultivos o en los que se ocupan de promover organizaciones internacionales, movimientos, estudios, etc. Esto nosotros ya lo habíamos hecho en nuestra diócesis de Dallas. Cuando llegué allí recogí todos los datos de los laicos que podían efectivamente realizar alguna labor. Mi deseo ha sido siempre el de promover al laicado para ayudarlo a obtener un espacio adecuado en la Iglesia.
¿Piensa por lo tanto empujar en este sentido? — Mons. Farrell: Espero emplear mi tiempo para analizar y entender qué es necesario hacer exactamente. Y consultaré a los laicos para implementar todas las actividades que se puedan. Aquí en Estados Unidos las tareas están bien organizadas, pero aún no puedo hablar de la situación en Italia y en los otros países, pero sí que es mi deseo promover el matrimonio y la vida humana a todos los niveles y edades.
¿Se abre ahora un nuevo capítulo de su vida? — Mons. Farrell: Como se podrá imaginar fue una gran sorpresa para mi el nombramiento, al punto que necesitaré algún tiempo para adaptarme a esta novedad… Estoy seguro que los fieles de Dallas, o al menos muchos de ellos, estarán tristes de perder a su obispo, como sucede en todas las diócesis. No veo la hora de estar en Roma, amo esta ciudad, he vivido allí casi nueve años y allí está mi hermano Brian, secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. También esto será una novedad, porque como sacerdotes nunca nos sucedió tener que trabajar en la misma ciudad o país. Así están las cosas …[/su_expand]
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