Monseñor Henry Ruíz: “La defensa del agua y la vida”

En el marco del Encuentro de Obispos de América Latina sobre Iglesia y Minería, llevado a cabo
 en Ciudad de Panamá, monseñor Henry Ruíz, obispo de la Diócesis de Trujillo en Honduras,
 compartió la trágica historia del líder comunitario y defensor del medio ambiente, Juan Antonio
 López, quien fue asesinado por su lucha contra la explotación minera en su país.
 Para monseñor Henry Ruíz, la defensa del medio ambiente es inseparable de la defensa de la vida
 misma: “Defender las montañas, los ríos y las fuentes de agua es defender la vida de los pueblos.
 Compartir esta lucha con mis hermanos obispos me llena de fortaleza, sabiendo que no estamos
 solos, sino que como Iglesia estamos unidos por esta causa”.
El martirio de Juan Antonio López
 Juan Antonio López, delegado de la palabra y coordinador de diversas pastorales en la parroquia
 San Isidro Labrador, Colón, Honduras, se destacó por su liderazgo en la lucha contra los abusos
 de la minería en la región. Su trabajo en defensa del Parque Nacional Montaña Botaderos Carlos
 Escaleras, una reserva vital para el suministro de agua a varios departamentos hondureños, lo
 colocó en el centro de una peligrosa confrontación con las autoridades y empresas mineras que
 operan en la zona.
El 14 de septiembre, tras celebrar la Palabra de Dios en su comunidad, Juan Antonio López fue
 emboscado y asesinado frente a su familia. “Su niña más pequeña estaba en la celebración”,
 recordó monseñor Ruíz, conmovido, “y después de predicar, él se acercó a su hija y le dijo: ‘Pase
 lo que pase, yo te amaré siempre’. Minutos después, fue asesinado”. El relato de su martirio
 refleja la brutalidad a la que se enfrentan aquellos que alzan la voz contra las poderosas industrias
 extractivas.
 Juan Antonio López se había convertido en una figura clave para la comunidad, no solo por su
 activismo en la defensa del medio ambiente, sino también por su liderazgo pastoral. Era
 coordinador de la Pastoral Samaritana, de la Pastoral de Ecología y del Comité de Bienes
 Comunes de su parroquia, lo que lo hacía un objetivo para quienes buscaban callar la resistencia
 contra la minería en la región.
Llamado a la justicia y la esperanza
 Monseñor Ruíz relató con dolor cómo su comunidad vivió la muerte de López como la pérdida
 de un hermano: “Cuando nos avisaron de su asesinato, sentimos como si nos hubieran matado a
 un ser querido, a un hermano de sangre. Juan Antonio no solo era un defensor del ambiente, sino
 también un hombre profundamente comprometido con la vida de la Iglesia”.
 El contexto del asesinato de López se enmarca en una larga lucha contra la minería en el Parque
 Nacional Montaña Botaderos Carlos Escaleras, un área protegida que fue atacada por intereses
 mineros tras la reducción de su zona núcleo mediante maniobras corruptas en el Congreso
 Nacional de Honduras. A pesar de las denuncias y la resistencia pacífica de la comunidad, laminería ha causado graves daños a la región y criminalizado a más de 40 defensores del medio
 ambiente, ocho de los cuales fueron encarcelados por más de dos años.
 Ante este panorama, monseñor Henry Ruíz ha exigido justicia no solo para la familia de Juan
 Antonio López, sino también para todas las comunidades afectadas por las actividades mineras.
 “Exigimos que se resarzan los daños causados al Parque Nacional y a las personas que han
 sufrido la violencia de este sistema. No podemos permitir que sigan asesinando a los defensores
 de la vida y de la tierra”, declaró monseñor.
El Papa Francisco y el testimonio de Juan Antonio López
 Durante una audiencia con el Papa Francisco en Roma, monseñor Ruíz tuvo la oportunidad de
 compartir personalmente la historia de Juan Antonio López. “Cuando le di la mano al Santo
 Padre, le entregué una fotografía de Juan Antonio. El Papa se conmovió profundamente y
 expresó su cercanía con todos los defensores del medio ambiente y los derechos humanos”. Las
 palabras del Papa Francisco, pronunciadas durante el Ángelus, resonaron como un bálsamo en
 toda la Diócesis de Trujillo y en las comunidades que continúan luchando por la justicia en
 Honduras, afirmó monseñor Henry Ruiz.
“La Iglesia en Honduras seguirá comprometida con la defensa de la vida y la dignidad de las
 personas. No dejaremos que la muerte de nuestros hermanos caiga en el olvido, sino que nos
 unimos en su lucha, por un futuro donde el agua y la vida sean respetadas”.
Panamá, 9 de octubre de 2024.
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