Misa Crismal se realizó en el silencio  y aislamiento  físico pero más unidos espiritualmente

Misa Crismal se realizó en el silencio  y aislamiento   físico pero más unidos espiritualmente

PANAMÁ. 20 DE AGOSTO DE 2020. La Santa Misa Crismal que tiene su lugar ordinariamente en la Semana Santa, en la que el Obispo, rodeado del Presbiterio, bendice los Óleos y consagra el Santo Crisma, que se han de utilizar en los momentos fundamentales de la vida de la comunidad cristiana, por las circunstancias de la pandemia, se realizó en este tiempo en el silencio y el aislamiento físico. Sin embargo, espiritualmente más unidos. El Arzobispo de Panamá, agradeció a cada uno de los sacerdotes por lo que siempre pero de manera especial están realizando en este tiempo de pandemia, por el consuelo que dan a diario a tantas familias que han perdido a sus seres queridos y que incluso no han podido despedirse de ellos  como lo merecen, gracias por estar ahí.

 

En esta homilía de martes Santo, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, bendijo el Oleo de los enfermos que llegará como consolador de todas sus dolencias; se bendijo el aceite de los catecúmenos, usado para ungir a los que están preparando para el bautismo y finalmente acompañado del clero Arquidiócesano consagró el Santo Crisma formado por aceite de oliva y perfumes, que se utilizará para ungir, consagrar a los nuevos cristianos en el bautismo y en la confirmación; para ungir las manos de los nuevos sacerdotes y la cabeza de un nuevo obispo si fuera el caso.

Esta Santa Misa Crismal fue un encuentro especial para los obispo y sacerdotes de la Arquidiócesis, donde todos se congregaron al Santo Crisma renovando sus votos y promesas sacerdotales; misión a la que Dios les ha confiado y que hicieron el día de su ordenación sacerdotal.

Pidió al todo poderoso la  bendición y santificación del Santo Crisma para que cuantos sean ungidos externamente con el también reciban esta unción interior y los haga dignos de la divina redención.

 

El Obispo metropolitano también agradeció a los presbíteros porque a pesar de los riesgos, a través de la Unción de los Enfermos, por vuestra caridad han estado acompañando a mucha gente. Pero de manera especial en este tiempo de pandemia han cumplido como todos, la responsabilidad de aislarse, para no poner en riesgo su vida y la de los demás. Pero, como saben muy bien, han estado siempre disponibles a ofrecerles lo que necesitan. Aun arriesgo de contagiarse como ha sucedido con más de 10 sacerdotes en la Arquidiócesis.

 

Deben anunciar el Evangelio valiéndose no sólo de los medios tradicionales, sino también de los que aporta la nueva generación de medios audiovisuales (foto, vídeo, animaciones, blogs, sitios web), pero no podemos ignorar el mundo digital, donde mayormente están nuestros jóvenes. Ya ustedes queridos sacerdotes han dado un paso importante, no podemos volver atrás cuando pase la pandemia. Tenemos la misión de dar a conocer la vida de la Iglesia mediante estos modernos medios de comunicación, y ayudar a las personas de hoy a descubrir el rostro de Cristo” fue la exhortación de Monseñor Ulloa.

 

“Iniciemos juntos cada una de las comunidades el 31 de agosto la novena a Santa María la Antigua, para ponerle el caminar de esta Iglesia Arquidiócesana y de todo Panamá, para que la buena madre nos siga acompañando durante estos tiempos, no perdamos la esperanza, Dios camina siempre a nuestro lado”, pidió el Arzobispo de Panamá

Los  párrocos de las diferentes parroquias de la Arquidiócesis recibieron al concluir la celebración los Santos Oleos, aceites y el Santo Crisma que serán utilizados a partir de la Pascua hasta la próxima Pascua del Señor, en su zona pastoral.

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La Arquidiócesis de Panamá creada el 9 de septiembre de 1513 es la Iglesia más antigua en tierra firme y madre de las Iglesias particulares existentes hasta ahora en la república de Panamá.