Los dones que recibimos de María Santísima debemos compartirlos con los más necesitados

Los dones que recibimos de María Santísima debemos compartirlos con los más necesitados

PANAMÁ. 14 DE MAYO DE 2020.  “Estamos de fiesta porque no estamos solos no somos huérfanos, tenemos a una Madre, que nos ama, este 13 de mayo hacemos memoria agradecida a la Virgen de Fátima, especialmente en este tiempo que vivimos, de retos, de ir rompiendo lo que siempre habíamos hecho, para reemprender nuestra propia vida”, expresó el Arzobispo de Panamá en la misa realizada en el Seminario Mayor San José.

Añadió, “celebrando un año más de la aparición de Nuestra Señora de Fátima a tres pastorcillos con ese mensaje de esperanza en el que pidió conversión, oración, ayuno pero sin olvidarnos que al final el corazón inmaculado de María triunfará sobre el mal, tal como lo realizó su hijo en la  Cruz venciendo al pecado y a la muerte.

Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, señala, en la Iglesia no somos huérfanos porque tenemos una Madre que nos la legó Jesús, que nos sigue acompañando y que ahora en este tiempo de pandemia, de soledad, de turbación y de inquietud ella nos dice “no tengan miedo, porque mi hijo y yo estamos con cada uno de ustedes”.

Después de esta pandemia nuestra vida no puede ser la misma, ni los mismos proyectos, ni retomar los proyectos de hace un mes atrás; tenemos que iniciar nuevos propósitos en todas las áreas de nuestra vida, en lo económico, en lo social, en lo familiar y también en lo religioso, dijo, monseñor Ulloa es tiempos de retos y motivación  debe sacar lo mejor de cada ser humano.

Este don que hemos recibido en la Iglesia lo debemos ofrecer a quien necesite guía, orientación, consuelo, sanación, alegría, seguridad y confianza, recalcó el Obispo.

Si ahí algo especial en la imagen de  nuestra Señora de Fátima, es su mirada de ternura, de misericordia, de piedad y cariño, que es reflejo del amor de Dios que nunca falla, una madre e intercesora que sigue inspirando confianza que nos da consuelo, paz  y fortaleza para encontrar la alegría perdida, continuar el imprescindible banquete de la vida, indicó.

Ella siempre está atenta y disponible con el corazón abierto para sus hijos, sabe nuestras necesidades en estos momentos de pandemia, sabe de la necesidad del vino del consuelo, de la paz  y armonía, sin que se lo pidas intercede por cada ser humano.

Un recuerdo muy especial es la parroquia Ntra. Sra. de Fátima en El Chorrillo, un barrio mártir pero en este fecha el amor a María en esta advocación se hace presente; así como en las diversas capillas a lo largo del  Istmo, señala el Arzobispo de Panamá.

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