En Vía Crucis con habitantes de calle se oró por migrantes y recuperar la dignidad humana
“La Pasión de este Vía Crucis, por los lugares donde diariamente, en las mañanas, al medio día, en las tardes
y noches están llenos de hombres y mujeres de calle y prostitución, es el camino que Dios quiere sanar para
devolverle la vida a cada uno”, señaló el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta, durante el Vía
Crucis que realizó con los habitantes de calle, en el barrio de Calidonia, este Viernes Santo.
En un ambiente de humildad y solemnidad los habitantes de calle realizaron las catorce estaciones del Vía
Crucis encabezado por monseñor Ulloa, quien durante el recorrido instó a recuperar la dignidad de las
personas que por diversas razones han caído en lo profundo del abismo de la vida, ´dando la certeza que no
importa lo que hayan hecho, Dios siempre los seguirá amando.
También el arzobispo Ulloa, hizo énfasis durante el Vía Crucis, pidiendo por los migrantes, quienes en su
mayoría tienen rostro de mujer y de niños; que los cristianos debemos reconocer que son personas que se
han visto forzados a salir de sus países, para buscar mejores condiciones de vida.
Una de las estaciones del Vía Crucis fue en frente al callejón donde se encontró a una joven fallecida, hace
una semana; otra, cerca del edificio en el que están privadas de libertad, donde se pidió por ellas, por las
madres que han estado en una difícil situación.
“Esta casa del Centro San Juan Pablo II busca ser un sepulcro, pero no para muertos, sino un lugar donde se
encuentra la vida, para que cada uno pueda salir renovado, advirtió, tras añadir que se ore por las diversas
obras de misericordia de la Iglesia Católica, “para que desde la fe puedan resarcir y, rehabilitar la vida de
tantos hermanos vulnerables y necesitados en el mundo y especialmente en Latinoamericana”.
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