El mejor inicio del año 2022, con Dios en los brazos de su Madre

El mejor inicio del año 2022, con Dios en los brazos de su Madre

En la Solemnidad de María Madre de Dios, el Arzobispo Metropolitano durante la celebración en la parroquia que le tiene como patrona y modelo, en la comunidad de Los Robles en Don Bosco, expresó “que mejor inicio del año 2022 que de la mano de la Madre de Dios y Madre nuestra, que Ella durante nuestro caminar sea siempre el espejo en el que cada uno de nosotros podamos mirarnos, ofreciendo esta Eucaristía por las más de siete mil 504 familias que han perdido a sus seres queridos en este tiempo de pandemia; somos conscientes especialmente que estos días han sido muy difíciles para cada uno de ustedes pido al Señor para que la certeza de la resurrección sea ese bálsamo que pueda sanar las heridas de la ausencia física de nuestros familiares”. 

 

Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, insistió  celebrar a la Santa Madre de Dios nos vuelve a dibujar en su rostro la sonrisa de sentirnos pueblos, de saber que solamente dentro de una comunidad y de una familia las personas pueden encontrar el clima y el calor que nos permite aprender y crecer humanamente y no como meros objetos invitados a consumir, nos recuerda que no somos mercancía intercambiable o terminales receptoras de información, somos hijos, somos familia, somos pueblo, somos parroquia y una comunidad de fe. 

 

En esta fiesta podemos descubrir que el Niño Dios nos invita precisamente a no avergonzarnos de sentirnos pequeños ni necesitados, al contrario, cuando experimentamos nuestra debilidad y fragilidad podemos sentir a Dios más cerca, porque Él se nos ha presentado así, débil y frágil, para hacer que nos convirtamos en hermanos, aconsejó. 

 

“Un nuevo año que inicia con Dios en los brazos de su madre, donde tenemos la necesidad de ese aliciente de esa madre que mira al Niño con ternura, especialmente en este tiempo que vivimos inciertos y difíciles a causa de la pandemia, son muchos los que están atemorizados por el futuro y agobiados por las situaciones sociales, los problemas personales, los peligros que provienen de la crisis ecológica, de las injusticias y los desequilibrios económicos” dijo. 

 

El mensaje de esta fiesta es que Dios está cerca y a nuestro alcance, nunca se les olvide insistió Mons. Ulloa, señalando “Dios nace pequeño y necesitado para que nadie jamás se avergüence de sí mismo, no tengamos miedo de descubrir que nos necesitamos los unos a los otros y esto ha sido también la gran lección que nos está dando la pandemia y ojalá aprendamos esta lección, de que somos vulnerables, distingamos lo esencial en la vida de los accesorios y esto sería un buen propósito para este año”.  

 

“Mi pensamiento esta por la sanación de las familias que han perdido a sus seres queridos en la pandemia, en este nuevo año en medio del dolor, fortalece tu fe en Cristo muerto y resucitado y que Él sea la fuerza que nos sostenga y la luz que nos ilumine en estos momentos oscuros que cada uno estamos viviendo”, expresó el Arzobispo de Panamá al concluir. 

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