Comunicado de los jóvenes delegados de la  VIII Asamblea Arquidiocesana de Pastoral Juvenil

Los jóvenes delegados reunidos en la VIII Asamblea Arquidiocesana de Pastoral Juvenil, realizada en la Casa de Retiro Monte Alverna del 5 al 8 de septiembre del 2019, reflexionamos, a partir de los resultados de la encuesta juvenil realizada a nivel arquidiocesano, sobre la realidad dentro de nuestras comunidades juveniles. Iluminados por el Evangelio, el Sínodo de los Obispos y la Exhortación Apostólica Post-Sinodal “Vive Cristo”, queremos los delegados compartir como fruto las siguientes conclusiones:

1.      El encuentro del joven con Cristo:
a.      Un gran porcentaje de nuestras parroquias ha intentado dar seguimiento a la experiencia del primer encuentro con Cristo, un reto es lograr concretar un plan preciso para dar continuidad y buscar la forma de integrar a todos los jóvenes.
b.      Para revivir y dar seguimiento a los jóvenes que han tenido la experiencia del primer encuentro con Cristo proponemos lo siguiente:
–       Desarrollar actividades recreativas que nos permitan revivir el primer encuentro con Cristo.
–       Incentivar la participación de los jóvenes en los sacramentos como la confesión y la eucaristía.
–       Fomentar espacios de formación sobre la vida cristiana y celo apostólico; y de convivencia en comunidad, donde participen todos los grupos juveniles.

2.      Atención a los distintos rasgos juveniles:
En nuestras comunidades existen necesidades espirituales, pastorales y formativas, según la edad del joven. Por tanto, proponemos:
a.      Integrar a los jóvenes mediante diálogos activos, paneles y debates para conocer sus distintas realidades.
b.      Organizar los procesos de acompañamiento en la Pastoral juvenil por edades y experiencia de vida.

3.      Acompañamiento a los procesos de Pastoral Juvenil:
Ciertamente en nuestras parroquias contamos con la presencia de sacerdotes, asesores laicos y religiosas, aun así, sentimos la necesidad de un mayor acompañamiento dentro de nuestras pastorales juveniles. Ante esta situación, proponemos:
a.      Motivar a nuestros sacerdotes para que participen en las actividades de nuestra pastoral juvenil.
b.      Solicitar a nuestros sacerdotes que asignen asesores laicos que nos ayuden a recuperar a los jóvenes que se han alejado de la Iglesia, colaborando en el trabajo pastoral y el seguimiento a nuestras comunidades.
c.      Exhortar a nuestros sacerdotes para que nos den mayor libertad de decisión sobre asuntos relacionados a la pastoral juvenil.

4.      Discernimiento y Vocación:
Se habla poco sobre el tema de vocación ya sea matrimonial, sacerdotal, religiosa y laical. No hay formación ni preparación, por lo tanto, el tema vocacional se ha convertido en un tabú para los jóvenes. Nosotros proponemos:

a.      Descentralizar el acompañamiento vocacional de la capital, creando un programa de formación y preparación vocacional a nivel vicarial, ya que a ciertas parroquias les resulta muy difícil asistir a las actividades que se realizan en la capital.

5.      Identidad y Proyecto de Vida:
Sexualidad y afectividad son temas que no se abordan correctamente en nuestras comunidades juveniles, debido a que la sociedad ha influido de manera negativa distorsionando sus verdaderos significados. Proponemos:

a.      Que los jóvenes agentes de Pastoral juvenil dejemos a un lado el tabú sobre la sexualidad y afectividad, propiciando el estudio de la teología del cuerpo, con la ayuda de especialistas que nos orienten a llevar nuestra sexualidad y afectividad de manera correcta.

6.      Nuestros grandes retos sociales:
En nuestras parroquias existe recurso humano que podría atender a jóvenes en riesgo social; sin embargo, los jóvenes no hemos coordinado acciones con ellos.
Los términos castidad y moral sexual son conocidos por los jóvenes mas no así su significado y lo que implica realmente.

Nosotros proponemos:
a.      Los líderes y asesores debemos acompañar a los jóvenes en riesgo social y de acuerdo con cada realidad apoyarnos en las instituciones ya existentes con experiencia en el campo.

7.      Ecología y Civismo:
Los jóvenes constatamos con tristeza que la mayoría de los políticos panameños, no están al servicio del pueblo, si no que poseen intereses particulares. Muchos de los políticos son cristianos bautizados, pero su gestión y vida pública no son acordes al Evangelio. Nosotros, los jóvenes, pedimos a nuestros queridos obispos, sucesores de los apóstoles, que con la fuerza del Espíritu Santo y ante los signos de nuestros tiempos, sugieran a la clase política:
a.      Ser cercanos a todos sin excluir a nadie.
b.      Ser transparentes reflejándonos el amor autentico de Dios.
c.      Estar atentos a la realidad, las necesidades de los pobres, y a los derechos humanos.
d.      Ser objetivos y justos sin miedo a decir la verdad.

8.      Nuestros grandes retos eclesiales:
Los jóvenes con atracción hacia el mismo sexo son juzgados; no existen espacios donde sean escuchados ni orientados dentro de las comunidades juveniles, ya que no se cuenta con el acompañamiento adecuado. Nosotros proponemos:

a.      Integrar en los planes pastorales medios de acompañamiento para los jóvenes que sienten atracción hacia personas del mismo sexo, para esto es necesario formar, de la mano de los sacerdotes, a los líderes de las comunidades juveniles.

9.      Nuestra espiritualidad y espíritu misionero: 
En nuestros Comunidades Juveniles las principales motivaciones de espiritualidad están basada en la dinámica, es decir en actividades como campamentos, misión, evangelización, donaciones de artículos, etc. Sin embargo, la oración solo se vive en ocasiones cuando asisten a encuentros juveniles o campamentos, y el resto del tiempo se debilita la oración y la participación en la Eucaristía. Los jóvenes no están motivados a tener una vida espiritual porque la ven con poco interés, desconocen de ella o no observan el buen testimonio en los líderes. Proponemos:

A.      Preparar una lectio divina de forma más creativa, para que los jóvenes se sientan más motivados y se propicie el encuentro de los jóvenes con Dios a luz de su palabra. A la vez que en los grandes encuentros, retiros y campamentos se den más espacios de oración.

10.     Liturgia, oración y misión:
Existe poca conciencia sobre nuestro compromiso misionero y esto se ve reflejado en que algunas comunidades que realizan misiones sin los procesos adecuados. Nosotros proponemos:
a.      Ofrecer formación permanente para que nuestros jóvenes fortalezcan su espíritu misionero y tomen conciencia de su llamado.
b.      Programar visitas Inter parroquiales para que los jóvenes conozcan nuevas realidades con el objetivo de dar a conocer a Jesús especialmente los jóvenes alejados.

11.     Nuestro Espíritu Misionero:
La mayoría de los jóvenes llegan por sí solos a la parroquia, pocas veces salimos a su encuentro. Proponemos:
a.      Visitar las casas de la comunidad invitando a los jóvenes a la eucaristía
b.      Fortalecer los encuentros de bienvenida. Invitar directamente a los jóvenes que ya no asisten a la parroquia.
c.      Retornar los murales y stands juveniles después de la eucaristía, reactivar las redes sociales de las parroquias
d.      Actividades parroquiales y vicariales enfocadas a motivar a que los jóvenes busquen a otros jóvenes.

Estas conclusiones y otras propuestas que condensa el documento final de nuestra asamblea, contiene el sentir de 150 delegados de nuestras parroquias, movimientos, universidades y pastorales específicas de nuestra Arquidiócesis de Panamá. Somos Testigos de la acción del Espíritu Santo sobre nosotros. Imploramos a Dios Todopoderoso, en el Nombre de Jesucristo eternamente joven que este nuevo pentecostés que ha realizado en nuestra Iglesia de abundantes frutos misioneros, vocacionales, pastorales y sociales en la juventud panameña.

Damos gracias a nuestros asesores, párrocos, líderes juveniles y a todos los que han orado por esta Asamblea, así como a nuestro pastor, Monseñor José Domingo Ulloa por la confianza y el apoyo durante estos días de gracia. Los exhortamos a acoger estas propuestas como el deseo de todos los jóvenes de nuestra Arquidiócesis por renovar la acción de la Pastoral Juvenil.

Nos ponemos en las manos de Santa María la Antigua, aquella joven que creyó que Cristo vive, esperanza nuestra.

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