Como Iglesia nuestra prioridad es proteger a la niñez

Como Iglesia nuestra prioridad es proteger a la niñez

“La celebración del Día del Niño y la Niña cada año nos invita a reflexionar sobre la importancia en cuyo presente se fragua el futuro de la humanidad y de la nación”, expresó el Arzobispo Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, en la Misa Dominical, reiterando “el compromiso de cero tolerancia ante el abuso infantil y a las personas vulnerables, dentro de la Iglesia Católica”. 

 

Agregó, “la Iglesia es consciente de la bendición que es para la familia y la sociedad, la niñez, por ello actúa a favor de los niños y las niñas; se alegra cuando les son reconocidos y respetados sus derechos, y levanta la voz con fuerza para denunciar cuando les son conculcados”. 

 

Monseñor Ulloa Mendieta, fue claro al decir “para las conferencias episcopales del mundo, ha sido un mandato el establecer los protocolos para prevenir, atender y acompañar las víctimas del abuso, no solo del clero, sino de cualquier agente de pastoral en la Iglesia”. 

 

El abuso sexual a menores es una lacra social que nos duele. Subraya Mons. Ulloa, “tolerancia cero”, ante los abusos a menores. En la Iglesia no hay sitio en el sacerdocio o en la vida religiosa para los que dañen a nuestra niñez. 

 

Anhelamos que en todos los ámbitos se cuente con protocolos para propiciar “ambientes seguros” para los menores, proponiendo programas que ayuden a los padres, a los agentes de pastoral y a los empleados escolares a reconocer indicios de abuso sexual y a adoptar medidas adecuadas, dijo. 

 

“Sumémonos -no solo con una mera celebración- sino a comprometernos a ser agentes de cambio positivo, ya sea en tu rol de padre, madre, docente, vecino. Cada uno, desde nuestros lugares, podemos hacer muchas acciones que garanticen a la niñez las condiciones para un desarrollo espiritual, mental y material”, fue el llamado de Arzobispo metropolitano José Ulloa.

Comparte

La Arquidiócesis de Panamá creada el 9 de septiembre de 1513 es la Iglesia más antigua en tierra firme y madre de las Iglesias particulares existentes hasta ahora en la república de Panamá.