Cena de Pan y Vino con alegría se celebró nuevamente en la modalidad presencial

Con alegría, sabor panameño y espíritu de unidad, se celebró de manera presencial, la 54ª edición de la Cena de Pan y Vino, con unos casi setecientas personas, que vivieron un encuentro de oración, testimonio y fraternidad cristiana, en el gimnasio de la Universidad Católica Santa María La Antigua.
Pero también se pudo participar e interactuar en la Cena de Pan y Vino, gracias a la transmisión en vivo por FETV, Radio Hogar, Radio María, Inmaculada FM, Radio Veraguas, Radio Voz sin Fronteras, Inmaculada FM, Radio TV Claret; Panorama Católico y en todas sus plataformas digitales.
La Cena de Pan y Vino contó con la presencia del arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, del Obispo de Darién, Pedro Hernández Cantarero; del Obispo Emérito de David, Cardenal José Luis Lacunza, sacerdotes del clero arquidiocesano, formadores y seminaristas del Seminario Mayor San José (SMSJ).
Uno de los momentos más conmovedores fue el testimonio sacerdotal de monseñor José Dimas Cedeño Delgado, arzobispo emérito de Panamá, en el contexto de sus 50 años de vida episcopal, quien destacó la importancia del ministerio sacerdotal.
“Los sacerdotes provienen de las familias, las comunidades y las parroquias… ¡No los fabrican los obispos, los fabrica Dios! Pidan en la oración que llame a más jóvenes al sacerdocio y a más chicas a la vida consagrada. Apoyemos al Seminario, que es donde se forman. No se trata solo de estudiar teología, sino de ser verdaderos pastores, pescadores de almas en nombre de Jesús”, fue su exhortación vocacional.
A los 34 jóvenes seminaristas, monseñor Dimas les recordó que su vocación es una esperanza viva para el futuro de la Iglesia. Y al hacer referencia a sus 50 años de vida episcopal, monseñor Cedeño expresó con emoción que “cada uno de estos años ha sido un encuentro con Dios. Me siento feliz. Estoy retirado, pero no pasivo. Estos 50 años los he vivido tan intensamente que se me han pasado sin darme cuenta.”
Por su parte, el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, destacó en su mensaje de acción de gracias destacó que “brindamos por el don de la vida, la fe vivida en el seno de nuestra Iglesia, y por tantos jóvenes que, con generosidad, responden al llamado del Señor. Jóvenes que, como María, han dicho: ‘Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad’.”
Durante el evento también se recordó con gratitud a dos grandes sacerdotes: el padre Juan Rooney, irlandés de nacimiento y panameño de corazón, fundador y asesor de Panorama Católico; y el padre Conrado Sanjur, defensor de los derechos humanos y del ambiente, comprometido con campesinos, afrodescendientes e indígenas en su misión pastoral y social.
Como cada año, los seminaristas ofrecieron una presentación artística. En esta ocasión, destacaron con la obra musical “100 años como peregrinos de esperanza”, que narra la llegada de la fe a Panamá y su permanencia viva. El programa artístico contó también con el ballet folclórico de la USMA, las cantautoras católicas Marisol Carrasco y Mariaestelí Ríos, el Ministerio de Música 8 y más para Cristo, y el coro Consagrado integrado por el padre Justo Rivas, padre Ángel Alonso, padre Antonio Cajar y el seminarista Jesús Valencia quienes interpretaron el tema “Incomparable”.
El testimonio laical parroquial fue ofrecido por miembros de la Parroquia San Francisco de Paula, en La Chorrera, comunidad con más de 300 años de historia. Su párroco, el padre Rafael Ochomogo, relató cómo la parroquia acompaña a 19 comunidades y en ella han salido vocaciones para diversos ministerios, entre ellos a la vida sacerdotal.
Por su parte, la catequista Lisbeth Rivas manifestó que su misión la realiza con niños “para que, desde pequeños, conozcan las bondades de la Iglesia y se enamoren de Jesús. También trabajamos con sus padres, y muchos han recibido el sacramento del matrimonio a través del proceso catequético de sus hijos. Los frutos son maravillosos.”
Frutos del Seminario y compromiso con su sostenimiento
Un video impactante es conocer datos sobre los frutos del Seminario Mayor San José que ha formado unos 300 sacerdotes muchos de ellos hoy misioneros, formadores o pastores en parroquias de todo el país. Entre ellos se cuentan los actuales obispos: mons. José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá; mons. Audilio Aguilar Aguilar, obispo de Santiago; y mons. Rafael Valdivieso Miranda, obispo de Chitré.
Formar a un sacerdote requiere años de acompañamiento integral: espiritual, humano, académico y material. Sostener el Seminario es una obra de amor que necesita de todos. Con cada aporte —grande o pequeño— se hace posible que más jóvenes escuchen y respondan al llamado de Dios, especialmente en comunidades apartadas donde un pastor y la Eucaristía son signos de esperanza viva.
Panamá, 24 de julio de 2025.
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