Cambiar y revolucionar el mundo solo es posible con los jóvenes
Panamá, 19 de agosto de 2019. “Ustedes jóvenes no son los destinatarios de la Pastoral Juvenil, son los protagonistas y gestores de la Iglesia, y es a través de ustedes que podemos seguir dándole mayor forma a esta misión con los jóvenes”, manifestó el Arzobispo Metropolitano de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, a la juventud reunida en el en el Encuentro Juvenil Arquidiocesano (EJA).
“El mundo necesita ‘pirómanos de Dios’; de jóvenes con corazones encendidos del amor de Jesús que encienden la tierra y pueden derretir las almas de los hombres como la cera”, destacó monseñor Ulloa, tras agregar “Jesús les dice que Él no ha venido a poner paños calientes para que nos sintamos bien. No, Jesucristo lo que pretende es cambiar este mundo, revolucionarlo y solo se puede lograr a través de los jóvenes”.
Advirtió que los cristianos no están en la Iglesia para pasarla bien, sino que “seamos capaces de arriesgar y jugarnos la vida, para poner delante con cariño la fuerza la verdad del evangelio aunque esto signifique ir en contra de la opinión de los demás.
Al hacer referencia a la Exhortación Apostólica “Cristus Vivit” esperanza nuestra, monseñor Ulloa recalcó que “Jesús todo lo que toca lo convierte en nuevo. Somos jóvenes no por la edad sino porque Él ha tocado nuestro corazón”.
“Hay que ser honestos, en la Iglesia todavía los ancianos, obispos, sacerdotes, religiosas, coordinadores de los diferentes grupos y pastorales, les tienen miedo a los jóvenes y no les hemos dado el puesto que le corresponde”, recalcó monseñor Ulloa antes los más de mil jóvenes reunidos en el EJA.
También el arzobispo Ulloa en el EJA 2019, realizado el 18 de agosto, declaró patrona de la la Pastoral Juvenil Arquidiócesana a Nuestra Señora de Prontitud, cuya imagen estará peregrinando por todas las parroquias de la Arquidiócesis de Panamá. Ella será el modelo para la juventud apara que salgan con la prontitud de la Virgen a encontrarse con los demás, a ser diligentes en el servicio y a la vez interesado con los hermanos más necesitados.
Luego de ocho meses de ser los protagonistas de la Jornada Mundial de la Juventud, recalcó el arzobispo es la hora de preguntarse “¿qué es lo que Cristo debe tocar en nuestra vida, en la pastoral juvenil para que se vuelva joven? Esta respuesta debe venir de cada joven”.
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