Cristo Rey inspira a miles de jóvenes panameños para unirse en construir un país sin violencia

La Arquidiócesis de Panamá inauguró domingo 23 de noviembre, por la mañana el Jubileo Arquidiocesano de los Jóvenes, con la participación de más de 2,300 jóvenes provenientes de las 98 parroquias de la Iglesia local, coincidiendo con la celebración de la Solemnidad de Cristo Rey y la Jornada Mundial de la Juventud.
Durante la misa de apertura, presidida por el Arzobispo Metropolitano, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, en el gimansio de la universidad Católica Santa María la Antigua, la Iglesia ofreció un mensaje firme y cercano a la juventud panameña, reconociendo su valor y su potencial transformador en un país que enfrenta graves desafíos sociales. “Jóvenes de Panamá, ustedes cuentan. Ustedes pueden transformar lo que nosotros, los adultos, no hemos logrado cambiar”, expresó el Arzobispo de Panamá al iniciar su homilía.
Un llamado a la responsabilidad juvenil
El Jubileo Juvenil, que cerrará este mismo domingo en la tarde con un envío misionero, ha querido resaltar el papel decisivo de los jóvenes en la vida de la Iglesia y del país.
Monseñor Ulloa recordó que Cristo Rey invita a reconocer quién gobierna la vida de cada persona en un contexto marcado por presiones sociales, modas e influencias que pueden apartar del verdadero camino. “Cristo es el Rey que libera, que sana, que perdona y que acompaña”, dijo.
Violencia contra la mujer interpela a la juventud
El Arzobispo Ulloa abordó la violencia contra la mujer, recordando que, en lo que va del año, 13 mujeres han sido víctimas de femicidio en Panamá, y seis de ellas eran jóvenes. Monseñor Ulloa afirmó que la violencia “no empieza con el golpe”, sino con actitudes normalizadas como la burla, los celos disfrazados de amor, la manipulación, el control y la indiferencia.
Exhortó a los jóvenes a romper esta cadena desde sus propias relaciones y amistades, impulsando una cultura basada en el respeto, la empatía y el cuidado mutuo. “Ustedes pueden ser la generación que construya relaciones sanas, donde la dignidad no sea negociable”, enfatizó.
Alerta por el avance del VIH e ITS en jóvenes
Monseñor Ulloa también advirtió sobre la alarmante incidencia del VIH y otras infecciones de transmisión sexual en la juventud panameña. Recordó que solo en 2024 se registraron 1,240 nuevos casos de VIH, de los cuales 630 correspondieron a jóvenes entre 15 y 29 años, es decir, casi el 60% de todos los casos.
A ello se suma una realidad aún más preocupante como es el aumento de mujeres embarazadas con VIH, incluyendo niñas y adolescentes, y el incremento acelerado de sífilis congénita, que pasó de 141 casos en 2016 a 428 en 2024.
“Estas cifras no son para asustarlos, sino para despertarnos como sociedad”, afirmó monseñor Ulloa, subrayando que estas realidades revelan fallas profundas en la educación afectiva, en la comprensión del amor y en la responsabilidad personal.
Dirigiéndose directamente a los jóvenes, monseñor Ulloa les recordó que fueron creados para amar y ser amados, y que merecen relaciones libres de violencia, de presiones y de miedo. “Cuidarse no es debilidad; cuidarse es amor propio, es valentía, es fe”, afirmó, instándolos a asumir protagonismo en la construcción de una cultura que valore la vida y la dignidad humana.
Una Iglesia que escucha la voz de sus jóvenes
Monseñor Ulloa insistió en que la Iglesia necesita escuchar a su juventud, pues una Iglesia que no escucha a los jóvenes “es una Iglesia sorda”, así como una sociedad que ignora a su juventud está destinada al fracaso.
El Jubileo culminará esta tarde con una jornada de misión y esperanza, reafirmando la convicción de que los jóvenes panameños son —hoy, no mañana— el presente capaz de renovar la Iglesia y transformar el país.
Panamá, 23 de noviembre de 2025.
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