Apertura Jubilar del Hogar Luisa: Signo de esperanza para migrantes y refugiados

Una mañana cargada de alegría, fe y esperanza se vivió este domingo 17 de agosto, con la apertura de la puerta jubilar en el Hogar Luisa, espacio dedicado a la acogida de migrantes y refugiados, bajo la dirección de la Pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Panamá, apoyada por Misioneros Scalabrinianos.
Con la bendición y aspersión del agua se dio inicio al rito de Apertura de la Puerta Jubilar en las instalaciones del Hogar Luisa, fue realizado por el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, O.S.A. Posteriormente, se hizo la peregrinación hacia la parroquia San Juan Bautista de La Salle y Santa Mónica, donde se celebró la Misa.
La voz profética de la Iglesia
En su homilía, monseñor Ulloa, recordó que “hablar de migración en Panamá no es una teoría, es una realidad que debe tocar el corazón de toda la sociedad civil y eclesiástica”. Destacó, que el istmo panameño ha sido históricamente territorio de tránsito y encuentro de culturas, desde los pueblos originarios, los constructores del Canal, hasta las diversas oleadas migratorias provenientes de África, Europa, Asia y el Caribe. “Panamá sigue siendo puente de pueblos y culturas”, afirmó.
El arzobispo Ulloa, comparó la actual crisis migratoria con episodios bíblicos como la huida de la Sagrada Familia a Egipto y del éxodo del pueblo conducido por Moisés. “Hoy miles de migrantes cruzan nuestras fronteras en busca de un futuro mejor. El Darién se ha convertido en un Vía Crucis contemporáneo. Allí, Cristo vuelve a caminar herido, hambriento y despojado en cada rostro migrante”, subrayó.
“Nadie sueña con ser migrante, pero todos soñamos con vivir”, dijo Mons. Ulloa, exhortando a la sociedad, al Estado y a la Iglesia a abrir sus puertas en este tiempo jubilar. “Negar al migrante es negar a Cristo, acogerlo es acoger al mismo Señor”.
Un Jubileo que interpela
El arzobispo de Panamá, recordó que el Jubileo, según la tradición bíblica (cf. Lev 25,10), es un tiempo de perdón, reconciliación y renovación. “El Darién, aunque símbolo de dolor, también puede ser lugar de encuentro y humanidad. La vocación de Panamá es ser puente, no muro, porque una sociedad que maltrata al migrante se autodestruye”.
Inspirado en las enseñanzas del Papa Francisco, Mons. Ulloa, reiteró que la Iglesia debe ser un “hospital de campaña”, donde los heridos encuentren alivio. “Cada parroquia y cada comunidad están llamadas a ser signo de acogida”.
Hogar Luisa: espacio de dignidad
El Hogar Luisa ofrece refugio, alimentación y apoyo humanitario a personas migrantes y refugiadas. Con el respaldo de la Pastoral de Movilidad Humana, la RED CLAMOR, el Centro de Refugiados Jesuita, los Misioneros Scalabrinianos y laicos comprometidos, se convierte en un signo concreto de esperanza.
El Hogar, sin embargo, necesita del apoyo solidario de la sociedad panameña para cubrir necesidades básicas como alimentos, ropa y artículos de higiene. Quienes deseen colaborar pueden hacerlo a través de la cuenta: Iglesia Católica Hogar Luisa, Banco General, 03-18-01-103962-6.
Panamá, 17 de agosto de 2025.
Revive la transmisión de la Misa de la Apertura Jubilar del Hogar Luisa – Misa Dominical
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