Iglesia en Panamá ora por el Papa León XIV en medio de una nación herida

Iglesia en Panamá ora por el Papa León XIV  en medio de una nación herida

En la solemnidad del Buen Pastor, celebrada este domingo 11 de mayo en la Catedral Basílica Santa María la Antigua, el Arzobispo Metropolitano de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, O.S.A., en la homilía destacó tres momentos centrales: la figura de Cristo como Buen Pastor, la elección del Papa León XIV y la situación actual de la nación panameña.

“Hoy damos gracias a Dios porque no abandona a su rebaño, sino que sigue suscitando pastores según su corazón”, expresó el arzobispo al referirse al Papa León XIV, primer Papa agustino en la historia reciente y segundo proveniente de América Latina. Subrayó que su elección es motivo de honda gratitud y esperanza para toda la Iglesia. “El Papa León XIV llega desde América, pero con mirada universal. Su formación teológica, su experiencia pastoral en Perú y su servicio como prefecto del Dicasterio para los Obispos lo hacen un pastor preparado para tiempos complejos”, afirmó.

Al reflexionar sobre el Evangelio de san Juan (10,11), Mons. Ulloa recordó que el Buen Pastor es quien “da la vida por sus ovejas” y que este modelo de servicio, entrega y misericordia debe ser reflejo de todo ministerio ordenado, especialmente el del Papa, obispos y sacerdotes. “No se trata de mandar, sino de servir. No se trata de tener poder, sino de dar la vida”, señaló.

En la parte final de su homilía, el Arzobispo se refirió con preocupación a la realidad nacional, afirmando que “la Iglesia Católica en Panamá sufre junto al pueblo y siente una profunda preocupación por la crisis que atraviesa nuestra nación”.

Advirtió que lo que está en juego “no es solo la economía, sino la dignidad de la vida humana, especialmente de los más pobres y excluidos”. Citando las primeras palabras del Papa León XIV, recordó el llamado a “caminar como Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia, tratando siempre de trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para anunciar el Evangelio, para ser misioneros”.

Añadió que “vivimos una crisis institucional, un desgaste social y una desconfianza creciente en las estructuras democráticas”, y que “la paz no se decreta; se construye desde la verdad, la justicia y la participación”. Concluyó afirmando: “Panamá necesita de hombres y mujeres constructores de paz en medio de las situaciones más difíciles que podemos enfrentar como país”.

La homilía concluyó con un llamado a la oración por las vocaciones y con gratitud por la elección del nuevo Papa: “Damos gracias a Jesús, que no abandona a su rebaño. Oramos por las vocaciones, tan necesarias para la vida de la Iglesia. Nos alegramos por el don del Papa León XIV. Y renovamos nuestro compromiso de ser discípulos misioneros, sembradores de esperanza y generadores de nuevas vocaciones”.

Por su parte, el Nuncio Apostólico en Panamá, monseñor Dagoberto Campos Salas, agradeció al arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor José Domingo Ulloa y al pueblo panameño por unirse con tanto entusiasmo y fe a la alegría por la elección del Papa León XIV, “que el Espíritu Santo nos ha regalado”.

Como representante del Santo Padre, manifestó sentirse profundamente contento por el gozo mostrado por toda la comunidad eclesial: sacerdotes, religiosas, seminaristas y de manera especial la familia agustiniana. “Que el Señor siga suscitando vocaciones, ahora con nuestro Papa”, expresó. También agradeció las oraciones y las múltiples manifestaciones de comunión que ha recibido tras la elección del nuevo Sucesor de Pedro.

Panamá, 11 de mayo de 2025.

 

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