Papa Francisco: Un Pontificado marcado por la Divina Misericordia

Este domingo 27 de abril, el Nuncio Apostólico, monseñor Dagoberto Campos Salas, en la celebración de la misa televisada, manifestó con convicción que “todo el Pontificado del Papa Francisco se vivió bajo el signo de la Divina Misericordia, que es el corazón del cristianismo”.
El Nuncio Apostólico dejó claro que el Papa Francisco, sin modificar las enseñanzas milenarias de la tradición cristiana, “quiso poner la Misericordia en el centro de su magisterio, de un modo renovado, presentando una Iglesia con rostro materno, que se inclina hacia los heridos, especialmente hacia los que sufren por el pecado”.
Coincidiendo con la Fiesta de la Divina Misericordia ese domingo, monseñor Dagoberto aseguró que el Pontificado del Papa Francisco dejó un legado tejido con gestos concretos, en el lenguaje cristiano, en clave de ternura y de apertura, donde los pobres y las periferias existenciales ocuparon el centro de la historia del dinamismo social y eclesial.
Su Pontificado priorizó la cercanía con todos, signo de la Misericordia, haciendo de su gestualidad una teología en acción y dejando claro su propósito de conducir a la Iglesia más cerca de los pobres y del pueblo. Su compromiso con los pobres, los migrantes, la paz y la justicia social quedó plasmado en reformas profundas, documentos y una reestructuración eclesial marcada por la fraternidad y la compasión, aseveró.
Monseñor Campos también evocó el inicio del Pontificado del Papa Francisco cuando, aquel 13 de marzo de 2013, desde el balcón de la Basílica de San Pedro, con humildad, pidió a la multitud que rezaran por él, antes de impartir su primera bendición, dando así comienzo al camino junto al pueblo de Dios. El Nuncio Apostólico rememoró cómo un sencillo “buenas tardes” y su nombre inspirado en el pobre Santo de Asís, Francisco, iniciaron un cambio radical.
El Papa Francisco será recordado por el impulso radical para vivir la sinodalidad; el caminar juntos en comunión, participación y misión, como el modo de ser Iglesia.
“El mundo no llora solo a un Pastor que guio con caridad a la Iglesia Católica”, afirmó, “sino también al Pontífice que habló de política y economía contemporánea desde la fe; al hombre que optó por tender puentes, hablar desde la humildad y abrazar el cambio”.
Monseñor Campos concluyó recordando con emoción la despedida del Santo Padre ese primer Domingo de Pascua, desde el mismo balcón donde saludó al mundo por primera vez, en esta oportunidad impartió su última bendición “Urbi et Orbi”, saludando con un conmovedor “Buena Pascua de Resurrección”. “La imagen de un Papa marcado por el sufrimiento, pero lleno de esperanza, permanecerá siempre viva en nuestras mentes y corazones”, dijo.
Finalmente, monseñor Dagoberto Campos Salas exhortó al pueblo panameño a acompañar al Papa Francisco con la oración, encomendándolo a María Santísima, Madre de la Esperanza y de la Misericordia, a quien él profesó una profunda devoción, para que lo acoja en sus brazos y lo conduzca a la morada eterna que el Señor prepara para sus siervos fieles.
Los restos mortales del amado Papa Francisco fueron depositados el sábado 26 de abril, en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, como semilla de inmortalidad. Su fallecimiento, ocurrido el pasado lunes 21 de abril, en la Casa de Santa Marta, marca el cierre de una era de abundancia pastoral que transformó la imagen y las prioridades de la Iglesia Católica Universal.
Panamá, 27 de abril de 2025.
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