Palabras del Arzobispo en la entrga de los signos de la JMJ en la Basílica de Guadalupe

Palabras del Arzobispo en la entrga de los signos de la JMJ en la Basílica de Guadalupe

A nombre de la Iglesia Católica en Panamá queremos expresales nuestra alegría de poder compartir con ustedes esta rica experiencia de tener la Cruz Peregrina y el Icono de la Virgen María («Nuestra Señora de Salus Populi Romani»), símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud que ahora recorrerán tierras guadalupanas.

Estamos convencidos, que como ha sucedido en su peregrinaje en tantos lugares del mundo y más recientemente en Panamá, estos símbolos de la Jornada serán instrumentos de Dios para la sanación de tantas personas heridas en medio de la realidad de muerte y de injusticia que vive nuestra región y que viven nuestros jóvenes.

La Cruz, expresión más grande del amor de Dios por la humanidad,  despertará la esperanza en el pueblo, al igual que María cuando se encaminó a donde estaba Isabel para ponerse a su disponibilidad. Y este signo de esperanza nos compromete a que nosotros –a cada bautizado- a tener la misma actitud de entrega que Jesús y su madre María.

Nuestros pueblos están tan íntimamente ligados a la Madre del Cielo, que jamás podemos permitir que quieran invisibilizar su misión. Es a través de Ella que nos llegó la fe hace 504 años, con la creación de la primera diócesis en tierra firme en este continente americano, bajo la advocación de Santa María la Antigua.  Es ella la que se hizo una entre nosotros, en la experiencia de la inculturación en la morenita, con su piel oscura como la de sus hijos más pequeños los indígenas, los afroamericanos, los mestizos, aquellos olvidados y excluidos.

Jóvenes, ustedes tienen una acompañante que jamás los olvida, la Virgencita de Guadalupe, quien está a su lado acompañándolos para que asuman con valentía el protagonismo que les corresponde en esta hora de la historia, tal como hizo con su Hijo, desde el pesebre hasta la Cruz y su Resurrección.

Las tranformaciones que exigen nuestros pueblos, solo vendrá de la juventud emprendedora, sin miedo a cambiar las estructuras de pecado, de injusticia que hacen que unos pocos tengan mucho y que los muchos tengan muy poco para tener una vida digna de los hijos e hijas de Dios.

No tengan miedo de hacer lío, ya el Papa Francisco les ha exhortado a que lo hagan incluso en la misma Iglesia y en la sociedad. Los invito a ponernos en crisis a los adultos para que entendamos que no podemos seguir destruyendo el futuro de ustedes que son el presente, el ahora.

Panamá los espera con el corazón y los brazos abiertos para compartir la fe, para sentirnos Iglesia, aportando cada uno  su riqueza étnica y cultural en esta gran fiesta espiritual, de la Jornada Mundial de la Juventud, donde mostraremos al mundo el rostro joven de una Iglesia Católica en salida, dispuesta a hacer lío para anunciar la alegría del evangelio, a los alejados, a los excluidos, a los que se encuentran en las periferias existenciales y geográficas.

Que la Virgen de Guadalupe los acompañe en este hermoso peregrinar con la Cruz y el Icono de la Virgen María y podamos decir como Ella: “He aquí la sierva del Señor, hágase en mi según tu Palabra”. (Lc 1,38).

 

Panamá, 23 de agosto del 2017.

 

†  JOSÉ DOMINGO ULLOA MENDIETA, O.S.A.

ARZOBISPO METROPOLITANO DE PANAMÁ

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La Arquidiócesis de Panamá creada el 9 de septiembre de 1513 es la Iglesia más antigua en tierra firme y madre de las Iglesias particulares existentes hasta ahora en la república de Panamá.