Juventud mexicana custodia ahora los Signos de la JMJ en tierra guadalupana

Juventud mexicana custodia ahora los Signos de la JMJ en tierra guadalupana
. «La Cruz Peregrina es un signo lleno de misterio; la han tocado tantos jóvenes alrededor del mundo, ha visitado países en medio de guerras y conflictos, y tantos jóvenes en ella han recibido consuelo y fortaleza».
Con estas palabras inició la homilía monseñor Juan Armando Pérez Talamantes, Obispo Auxiliar de Monterrey  y Asesor Responsable de la Pastoral de Adolescentes y Jóvenes por parte de la Conferencia Episcopal Mexicana, durante la misa de recibimiento de los signos de la JMJ en la Basílica de Guadalupe, en México DF.
Monseñor Juan Armando señaló: «Al recibir esta Cruz la cuidamos y la contemplamos; una Cruz sencilla, pero majestuosa; una Cruz misteriosa, pero llena de esperanza, entregada a los adolescentes y jóvenes, y entre ellos a los más necesitados».
«Esta cruz no recorrerá los caminos de México sólo buscando fans o likes; buscará jóvenes sencillos para sanarlos y fortalecerlos en las fases duras de la vida», agregó el obispo auxiliar de Monterrey.
También exhortó al pueblo mexicano a reconocerse parte del pueblo de Dios, señalando palabras del Santo Padre Francisco: “Los cristianos sabemos que los mejores días y los mejores tiempos están aun por venir”.
Al final de la Eucaristía, el arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, exhortó a los jóvenes mexicanos para que «no tengan miedo de hacer lío (..) No podemos dudar que los protagonistas de esta jornada son ustedes jóvenes, el cambio en la iglesia y la sociedad viene de vuestras manos».
El Arzobispo de Panamá hizo un enérgico llamado a la juventud del mundo para que asuma con valentía el protagonismo de las transformaciones tan necesarias.
«El cambio sólo podrá por venir de ustedes, tienen que poner en crisis esta sociedad que nosotros los adultos hemos dañado”, indicó.
Culminó con una invitación abierta para que todos acudan a la próxima Jornada Mundial de la Juventud a celebrarse en tierra istmeña del 22 al 27 de enero de 2019, a lo que todos los presentes respondieron a coro «¡Nos vemos en Panamá!
La homilía fue el punto culminante de una alegre jornada que incluyó peregrinación por la famosa calzada de Guadalupe, que une el centro histórico de la ciudad con la Basílica, y en la que jóvenes representantes de todas las diócesis del país se dieron cita para «echarle porras» al «Mero-Mero» (Jesucristo) y a su Madre Santísima, mientras llevaban en hombros La Cruz y el Icono.

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